El gobierno húngaro de extrema derecha liderado por Viktor Orbán ha aprovechado su mayoría absoluta para aprobar varias leyes llenas de polémica esta semana. Por una parte, ha prosperado una ley que le permitirá dejar de lado el Tribunal Supremo actual y crear uno nuevo bajo su control. Y por otra, también se ha aprobado la ya conocida como la "ley de la esclavitud".
Orbán, conocido por toda Europa por sus políticas, ha impulsado la creación de un nuevo tribunal que eliminará la capacidad del anterior de facto. El nuevo tribunal se encargará de los casos relacionados con asuntos gubernamentales.
Esta pero no es la única ley aprobada con polémica este miércoles. También prosperó la ya conocida como "ley de la esclavitud", una medida que da luz verde a los empresarios para aumentar un 60% --o hasta 400 horas-- las horas extras de sus trabajadores.
La aprobación de esta nueva ley hizo salir en masa a los húngaros que llenaron las calles de Budapest. Casi un millar de personas se concentraron ante el parlamento del país pero también en otros puntos de la capital.
La policía reprimió a los manifestantes con gases lacrimógenos.
Los manifestantes, en su gran mayoría jóvenes, llamaban frases aludiendo a la aprobada ley, como "Hemos venido a trabajar unas horas extras" o "Fuera de Orbán". De momento, no se ha informado oficialmente si hubo manifestantes que resultaron heridos.
La mayoría gubernamental aprobó la polémica ley a pesar de que diputados opositores trataron de impedir la votación ocupando el asiento del presidente de la Cámara y haciendo sónar pitidos y sirenas durante la votación.