El iceberg más grande y más antiguo del mundo, el A23a, que llevaba atascado desde hacía más de tres décadas, se ha roto y ahora está flotando a la deriva por el océano Antártico, según ha revelado la organización British Antarctic Survey (BAS). El megaiceberg, cuyas placas de hielo hacen 400 metros de grueso, pesa casi mil millones de toneladas y cuya superficie abarca unos 3.600 kilómetros cuadrados, se había roto hace un año, si bien ahora se ha vuelto a desligar de su posición al norte de las islas Orcadas del Sur.
Un grupo de científicos de la BAS lo constató después de examinar imágenes tomadas mediante satélite, donde vieron que el iceberg está a la deriva y se dirige hacia el Atlántico Sur, según las previsiones. Preguntado por Efe, una portavoz del departamento de comunicación de la BAS ha dicho este lunes que sus científicos "siguen monitoreando la situación" y siguiendo la ruta del iceberg y volverán a informar, cuando haya alguna cosa relevante.
El A23a, cuyo tamaño ocupa 40 veces la superficie de la ciudad de Barcelona, se desprendió en 1986 de la plataforma de hielo antártica Filchner, cuando se resquebrajó en tres trozos más pequeños, siendo el A23a uno. Los expertos le han seguido la pista y han visto que durante meses estuvo atrapado en la Columna de Taylor, un fenómeno oceanográfico donde el agua en rotación atrapa los objetos sobre su superficie, cosa que mantuvo el A23a girando sobre un punto y retrasándolo tiempo su anticipado viaje hacia el norte.
El equipo científico, según este organismo, prevé que el iceberg continuará la ruta hacia el Atlántico Sur, siguiendo la corriente Circumpolar Antártico, que probablemente lo empujará hacia la isla de Georgia del Sur. Allí, según las previsiones científicas, se encontrará con aguas más cálidas que previsiblemente lo romperán en icebergs más pequeños hasta que se acabe fundiendo.
El oceanógrafo Andrew Meijers, del BAS, que colidera el proyecto destinado a comprender como la capa de hielo afecta el océano, indica en un comunicado publicado en la web oficial de la British Antarctic Society que es "emocionando ver el A23a de nuevo en movimiento después de periodos estancado". "Nos interesa ver si seguirá la misma ruta que otros grandes icebergs que se han desprendido antártidas. Y lo que es más importante, qué impacto tendrá eso al ecosistema local", ha apuntado al científico.
La historia de un iceberg atrapado en un bucle
El A23a hacía meses que estaba atrapado en un bucle del cual no podía salir. Parece mentira, pero la realidad es que los científicos seguían con atención un fenómeno insólito, el bloqueo de lo que es considerado el iceberg mayor del mundo, que se ha detenido en el norte de las islas Orcadas del Sud, a 600 kilómetros de la Antártida. ¿Por qué dicen que estaba en bucle? Pues básicamente porque hace meses que gira sobre un mismo punto del océano Antártico, en vez de seguir su ruta que sería dirección Atlántico Sur. Supuestamente, un enorme cilindro de agua lo ha capturado en el suyo encima. Y, de hecho, podría no ser una cosa puntual. El fenómeno había sido bautizado con el nombre de Columna Taylor y podría provocar que el A23a, diera vueltas —en bucle— sobre sí mismo durante años. Un bucle que, finalmente, ha terminado.