La Confederación Episcopal francesa ha tomado una drástica decisión para poder tener los fondos suficientes para pagar las indemnizaciones de las víctimas de pederastia. Según anunciaron ayer, la institución se deshará de algunos de sus bienes y, si hace falta, pedirá un crédito, para indemnizar a sus víctimas. Aunque no se ha precisado la cantidad total de dinero que tendrán que conseguir a través de estas ventas, los obispos franceses han asegurado que la cifra será financiada con sus propios fondos y no con donaciones de los fieles. Estas ya se destinan a otras causas.
Aunque se anunció ayer, los obispos ya habían empezado a transferir parte de sus cotizaciones al fondo que fue aprobado en su asamblea plenaria del pasado mes de marzo y estaba operativo desde principios de octubre. Ahora, la magnitud del problema los ha obligado a reconocer que para indemnizar a las víctimas tendrán que recurrir a otras fuentes de ingresos. El presidente de la Conferencia Episcopal del país, Éric de Moulins-Beaufort, ha explicado que se elaborará un inventario para saber qué bienes están disponibles. Además, también utilizarán sus "reservas", según confesó.
Ayuda del Papa
Este compromiso se acordó durante la clausura de su asamblea plenaria, que empezó el pasado martes en Lourdes con buena parte de la agenda estaba en las víctimas de pederastia, después de que una comisión independiente cifrara el total de casos en más de 216.000 en 70 años, desde 1950. La asamblea se ha celebrado con mucha presión externa para poder dar respuesta a todas estas agresiones y los obispos han acabado entonando el mea culpa por los casos denunciados. "Hemos permitido que se desarrolle un sistema eclesiástico que, lejos de aportar vida y fomentar la libertad espiritual, daña, pisotea y sacude a seres humanos y sus derechos más elementales", se disculpó el presidente en su discurso de clausura.
Aparte de estas disculpas a través de palabras, los obispos se comprometieron a llevar a cabo un plan de acciones y reformas para reparar los daños provocados a las víctimas. Empezando por esta venta de bienes para indemnizarlos, pero también a través de la creación de hasta nueve grupos de trabajo, dedicados a analizar las causas de la violencia sexual en el seno de la iglesia. Además, también pidieron al papa Francisco que les enviara un equipo que los ayude a abordar la protección de los menores.
Analizar los avances
"Se ha cometido mucho dolor y lo tenemos que asumir para liberar a todos los que lo han sufrido y en nuestra Iglesia", ha reconocido De Moulins-Beaufort, apuntando que se celebrará una asamblea extraordinaria en junio de 2022 para analizar los avances hechos en esta cuestión.
Estos vendrán determinados por algunas decisiones que han tomado los obispos los últimos días de la conferencia, que se ha clausurado con la decisión de llevar a cabo una auditoría externa de las células de escucha a las víctimas, la creación de un tribunal canónico nacional que entrará en funciones en abril del próximo año y la firma de un protocolo de actuación con las fiscalías locales.