La guerra de Ucrania ha dado un giro en los últimos días por la publicación de las imágenes de la masacre de Bucha, donde se pueden ver cuerpos muertos en las calles y también de enterrados en fosas comunes. El presidente Zelenski se desplazó rápidamente hacia este municipio próximo a Kyiv, desde donde denunció los crímenes de guerra del ejército ruso. Mientras tanto, desde Rusia han negado desde el primer momento que empezaron a surgir las informaciones sobre asesinatos en masa de población civil, aunque testigos, periodistas y organizaciones humanitarias hayan documentado el drama. Así, el Kremlin rehúsa que sus tropas dejaran los cadáveres, afirmando que todo es un montaje y noticias falsas: las imágenes que han conmocionado el mundo entero son "una puesta en escena", según el gobierno de Putin. Estas teorías conspiranoicas rusas se han hecho virales a través de las redes, donde la mayoría las ha criticado, pero también hay quien las ha dado por buenas.
Ahora, sin embargo, The New York Times ha publicado unas imágenes hechas con satélite que desautorizan el discurso ruso, ya que este se basa en el hecho de que los asesinatos de civiles se produjeron después de que los soldados hubieran abandonado la zona. En un mensaje de Telegram, el ministerio de Defensa ruso recordaba el domingo que "todas las unidades rusas se habían retirado completamente de Bucha" el miércoles 30 de marzo. Ahora, sin embargo, el análisis del medio norteamericano confirma que muchos de los asesinatos tuvieron lugar hace más de tres semanas, cuando eran los rusos los que controlaban la zona. Estas imágenes, captadas por Maxar Technologies, muestran que al menos 11 de los cuerpos que un concejal de la ciudad mostró extendidos en el suelo el pasado sábado, ya estaban en la calle el 11 de marzo.
Aparecen entre el 9 y el 11 de marzo
En su artículo, el diario explica cómo han confirmado en qué momento los cuerpos aparecieron, para intentar establecer cuando se asesinaron los civiles. Así, el equipo de Investigaciones Visuales analizó el antes y el después de las imágenes satélite, que muestran que entre el 9 y el 11 de marzo aparecieron en la calle Yablonska objetos que tenían un tamaño parecido a un cuerpo humano. Además, estos están colocados en las mismas posiciones que los cuerpos que se encontraron después de que las tropas ucranianas recuperaran el municipio, el 2 de abril. Más imágenes demuestran que estos objetos no cambiaron de posición durante tres semanas.
Desde el New York Times recuerdan que las causas de la muerte no quedan aclaradas por estas imágenes: algunos cuerpos se descubren al lado de lo que parece ser un cráter de impacto, mientras que otros cerca de coches abandonados o bicicletas, con las manos atadas con una tela blanca. En total, se identifican cuerpos dispersos en 800 metros de la misma calle Yablonska. La investigación del diario, sin embargo, no se acaba aquí. También comparan un segundo vídeo tomado a la misma vía que muestra tres cuerpos más, uno al lado de un coche y el otro de una bicicleta. Estos dos vehículos se captan por primera vez entre el 20 y 21 de marzo, cuando todavía había los rusos en el municipio.
¿Repercusiones sobre el gas?
Todo esto desmonta la visión rusa de los hechos y refuerza las consecuencias que ha exigido Volodímir Zelenski desde que se conocieron los hechos. Así, estos asesinatos, que muchos identifican como crímenes de guerra, parece que tienen que acercar nuevas sanciones contra Rusia. Hoy martes, el presidente Zelenski intervendrá delante del Consejo de Seguridad de la ONU, centrando su discurso en la masacre en Bucha y pidiendo que se haga "la más completa y transparente" investigación sobre los hechos. Ayer noche, Zelenksi confirmaba que en total se habían encontrado al menos 300 cadáveres de civiles después de la retirada rusa y no descartan que estos descubrimientos se puedan repetir otras ciudades a medida que las vayan recuperando.
Ante esta situación, es probable que hoy países europeos pidan aplicar nuevas sanciones contra Rusia, aunque Francia, Estados Unidos y el Reino Unido no consiguen ponerse de acuerdo sobre si tienen que prohibir o no el gas ruso. Además, es poco probable que China, y mucho menos Rusia, den apoyo a cualquier medida que propongan estos estados, que está previsto que presenten pruebas de las atrocidades cometidas en Bucha ante las dudas creadas desde Moscú. El presidente Biden ya las ha tildado también de "crímenes de guerra".