La investigación sobre el incendio en la torre Grenfell de Londres, que dejó 72 víctimas mortales en junio de 2017, ha concluido que estas muertes eran "evitables" y que fueron consecuencia de "décadas de fracaso" del gobierno del Reino Unido y las empresas del sector de la construcción a la hora de garantizar la seguridad del edificio y sus ocupantes. "Hemos concluido que el incendio fue la culminación de décadas de fracaso por parte del gobierno central y otras entidades responsables en el sector de la construcción a la hora de examinar el peligro de incorporar materiales combustibles en las paredes externas de edificios residenciales de gran altura y de actuar para prevenir riesgos", ha afirmado este miércoles el exjuez Martin Moore-Bick, presidente de la comisión investigadora, en una declaración pública después de la publicación del informe que ha analizado todo el que falló en el incendio de este edificio de 24 plantas situado al oeste de Londres.

El informe acusa a las constructoras de "deshonestidad sistemática"

El informe destaca la "falta de honestidad sistemática" de los fabricantes y distribuidores del revestimiento y el aislamiento térmico de este edificio, que asegura que hacían "declaraciones falsas" sobre la seguridad del aislamiento que contribuyó a la rápida propagación de las llamas en el edificio. La torre Grenfell se construyó en los años 70, pero el revestimiento mortal, hecho de polietileno altamente inflamable, se añadió a los laterales del edificio en el 2016. El exmagistrado Moore-Bick, que escuchó a unos 1.600 testigos en más de 300 audiencias donde se analizaron 320.000 documentos, ha denunciado que hubo una "manipulación deliberada y sostenida" de los controles contra incendios, con mala interpretación de los datos y engaños en el mercado.

Por otra parte, el informe señala los gobiernos de diferentes signos por "haber ignorado, pospuesto o desconsiderado" las preocupaciones sobre estas prácticas y no haber actuado a tiempo. El líder de la investigación también ha responsabilizado a los Bomberos de Londres por su actuación, y ha apuntado que no estaban preparados para hacer frente a una situación como la que se encontraron en Grenfell. Moore-Bick ha concluido que "no todos (los agentes implicados) tienen el mismo grado de responsabilidad", pero que todos contribuyeron de una manera u otra en el desastre, "en la mayoría de los casos a través de la incompetencia, pero en algunos casos a través de la deshonestidad y la codicia".

El esqueleto de la torre Grenfell actualmente está cubierto con una lona y se ha instalado un memorial en recuerdo a las víctimas / EFE

El caso Grenfell podrá servir de precedente para otros casos similares, como el ocurrido en el barrio de Campanar de València el pasado mes de febrero, en el que un edificio ardió en muy poco tiempo a causa de la propagación de las llamas a través del revestimiento, dejando 10 muertos y una quincena de heridos.

Keir Starmer pide perdón: "El país no cumplió con su deber"

El primer ministro británico, Keir Starmer, ha pedido "perdón en nombre del Estado" del Reino Unido a las víctimas del incendio de la Torre Grenfell. "Quiero empezar con el perdón en nombre del Estado británico a todos y cada uno de ustedes y, de hecho, a todas las familias afectadas por esta tragedia. Nunca tendría que haber sucedido", ha dicho en una declaración en la Cámara de los Comunes, donde había víctimas y familiares del suceso. "El país no cumplió su deber más fundamental de protegeros a vosotros y a vuestros seres amados. Las personas a las que tenemos que servir. Y lo siento profundamente", ha destacado. El jefe del gobierno laborista ha añadido que ahora los responsables tendrán que rendir cuentas ante la Justicia. Un proceso que todavía se alargará, porque ahora la policía británica tendrá que examinar el contenido del informe durante los próximos 18 meses para determinar si se cometieron delitos que se puedan juzgar, mientras que las víctimas y sus familiares piden castigar a los responsables.