Entre las primeras cosas que Donald Trump ha hecho al retornar a la presidencia de los Estados Unidos (EE.UU.) ha sido indultar cerca de 1.500 personas encausadas por el asalto al Capitolio del 2021. Esta decisión complace a sus seguidores más radicales, pero despierta el rechazo de los demócratas, la incomodidad de algunos republicanos y la indignación de la policía de Washington. Durante el violento asalto de los seguidores de Trump al Capitolio, más de 150 oficiales de policía de dos cuerpos de seguridad fueron heridos. En los días posteriores, dos de los policías que estuvieron presentes durante el ataque se suicidaron. Por todo eso, varios policías de Washington han mostrado su rechazo al indulto general de Trump, según publica The New York Times.
Algunos de los policías fueron golpeados en la cabeza con batas de béisbol, palos y cañerías. Entre todo este caos se encontraba Aquilino A. Gonell a quien en declaraciones en el diario estadounidense ha tildado los indultos de Trump de traición: "Es un error de la justicia, una traición, una burla y un sacrilegio para los hombres y mujeres que arriesgaron la vida defendiendo nuestra democracia". Otros agentes han trasladado su indignación a The New York Times.
Los cuerpos de seguridad de la capital no son los únicos al mostrar su enfado con esta decisión de la nueva administración Trump. Los demócratas los han condenado abierta, mientras algunos republicanos se han mostrado incómodos, aunque tratan de cerrar filas en torno a su líder. El principal problema que encuentran muchos republicanos es que Trump indulta en todo tipo de personas involucradas, incluso a aquellas condenadas por crímenes violentos.
Los indultados salen de prisión
Los líderes de las organizaciones ultranacionalistas Oath Keepers y Proud Boys salieron de prisión este martes gracias a los indultos de Donald Trump. La puesta en libertad de Enrique Tarrio y de Stewart Rhodes, está cargada de simbolismo, porque fueron las dos organizaciones que lideraron el violento asalto y porque la orden se hizo efectiva solo unas horas después de que el nuevo presidente diera el orden.
Entre los perdonados, a los cuales Trump se refirió como "rehenes", la orden destaca la conmutación de penas de 14 miembros de estas organizaciones de extrema derecha y supremacistas, incluyendo a sus líderes. Uno era Rhodes, que estaba condenado a 18 años de prisión. Tarrio, por su parte, fue condenado a 22 años de prisión por el delito de sedición por un juez del Distrito de Columbia.