Una indultada por el asalto al Capitolio se ha sublevado contra Donald Trump y ha rechazado el indulto otorgado por el nuevo presidente de Estados Unidos, según ha informado este miércoles el diario Idaho Statesman. "Aceptar el indulto sería un insulto a los agentes de la Policía del Capitolio, al estado de derecho, a nuestra nación", ha dicho Pamela Hemphill, una mujer de 71 años que vive en Boise (Idaho) y que formó parte de la turba que asaltó el Capitolio el 6 de enero de 2021. En conversación telefónica con el diario, ha añadido: "Los criminales del 6 de enero están intentando reescribir la historia asegurando que no fue un motín ni una insurrección. No quiero ser parte de su intento de reescribir lo que pasó aquel día".
Fue este martes cuando Hemphill fue informada por su abogado de que había sido beneficiada por el indulto de Trump cerca de 1.500 personas que participaron en aquel intento de insurrección, que pretendía frenar la ratificación de la victoria electoral de Joe Biden. La mujer publicó vídeos en las redes sociales de ella misma entrante en el Capitolio aquel día y fue condenada a dos meses de prisión, tres años de libertad condicional y una multa de 500 dólares, después de un acuerdo de culpabilidad con la fiscalía por un delito menor. Es consciente de lo que hizo y no quiere saber nada, de indultos.
Indignación entre la policía
En una entrevista, Hemphill ha explicado que se siente como si hubiera formado parte de una "secta" que le hizo creer que Trump había sido víctima de fraude electoral en 2020 y que se tenía que evitar que Biden asumiera el poder. Ahora, sus pensamientos están con los policías que resultaron heridos: "Es como si el país los hubiera defraudado. Ellos fueron los héroes aquel día".
El indulto a los asaltantes ha sido una de las primeras órdenes de Trump en su retorno a la Casa Blanca y ha despertado rechazo entre los demócratas, incomodidad entre algunos republicanos e indignación entre la policía de Washington, ya que más de 150 oficiales fueron heridos durante el violento asalto de los trumpistas. De hecho, algunos de los policías fueron golpeados en la cabeza con bates de béisbol, palos y tuberías, que supusieron un trauma por mucho de los agentes —hasta el punto que dos de los policías presentes durante el ataque se suicidaron en los días posteriores—. "Es un error de la justicia, una traición, una burla y un sacrilegio para los hombres y mujeres que arriesgaron la vida defendiendo nuestra democracia", ha señalado el agente Aquilino A. Gonell, al diario The New York Times.