Las tropas israelíes tienen cierta experiencia en cruzar las fronteras de su vecino del norte, el Líbano. De hecho, Israel ha invadido territorio libanés en tres ocasiones en su corta historia: 1978, 1982 y 2006. Ahora que las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) vuelven a ocupar parte del territorio libanés, el recuerdo de la invasión de 1982 y sus paralelismos con la situación actual vuelven a resonar. Hay que remarca que si bien hay acciones que pueden recordar a la invasión de hace más de 40 años, el escenario político era muy diferente. Para empezar el año 82, los soldados israelíes no traspasaron su frontera norte para detener a Hizbulá, sino a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

A finales de los años 70 y principios de los 80, la OLP, liderada por Yasser Arafat, había expandido al sur del Líbano su área de acción y control. Después de años de enfrentamientos con Israel, muchos palestinos se había refugiado en el país vecino. Buena parte eran civiles, aunque otros formaban parte de la OLP y se organizaban para atacar Israel. El Líbano es un país muy diverso, donde conviven diferentes grupos religiosos, los cuales se veían afectados por la presencia de la OLP, especialmente de su rama armada. Entre las comunidades que se mostraban hostiles al grupo palestino, había la cristiana o la chií, rama del Islam sobre la que se organizaría, años después, Hizbulá.

En este contexto, y afirmando inicialmente que querían retirar a los terroristas de sus fronteras, las tropas del IDF cruzaron la frontera del norte de Israel un 6 de junio de 1982. De hecho, en un principio, parte de la población chií y cristiana celebró la llegada de las tropas israelíes como libertadoras. Sin embargo, lo que empezó como una operación para "hacer retroceder las fuerzas terroristas 40 km al norte", como explica el IDF en su web, acabó con una ofensiva que llegó hasta Beirut, donde en medio intervino militarmente Siria contra Israel. Todo se acabó conociendo como la primera guerra del Líbano o guerra del Líbano de 1982.

Sitio de Beirut y años de control del sur

Los planes de las fuerzas armadas del Estado de Israel cambiaron rápidamente. El 13 de junio el ejército de Israel ya había empezado el sitio de Beirut. Cuando las fuerzas israelíes iniciaron su invasión en el sur del Líbano, se encontraron poca resistencia por parte de los milicianos de la OLP, en cambio, se hicieron fuertes en el centro histórico de la capital libanesa. El sitio de Beirut fue cruento, con bombardeos constantes que duraron dos meses y dejaron cerca de 300 civiles muertos. Israel no consiguió uno de sus principales objetivos: acabar con Arafat. Sin embargo, Arafat y su cúpula acabaron abandonado la ciudad, hecho que permitió que el ejército de Israel pudiera acabar de controlarla sin demasiada resistencia.

La guerra no acabó aquí, sino que evolucionó en una ocupación del sur del Líbano, que se alargó hasta el año 2000. Es decir, lo que empezó como una operación para alejar a los terroristas de las fronteras, acabó con el control de Israel del sur del Líbano durante 18 años.

Paralelismos entre las dos invasiones

Algunos aspectos de esta primera guerra del Líbano resuenan con la actualidad. Por ejemplo, Israel empezó su ofensiva el año 1982 afirmando que la OLP había creado una especie de Estado dentro del mismo Líbano y asegurando que habían establecido en el sur sus mandos para atacar territorio israelí. Los dos motivos son similares a lo que esgrimen ahora desde Tel-Aviv.

Una cosa similar sucede con el alcance de la operación. En los años 80, el gobierno israelí afirmó que era una pequeña operación donde solo querían hacer retroceder 40 km las líneas terroristas y acabaron en la capital. Actualmente, Israel ha sostenido que lo que hacen son "incursiones terrestres limitadas, localizadas y selectivas". De hecho, según informa El Español, Israel quiere ampliar 30 km la zona de amortiguación entre el Líbano y el estado israelí establecido por la resolución 1701 de la ONU en agosto del 2006. Aunque además ya ha bombardeado la capital. 

Finalmente, entre los paralelismos de las dos invasiones se puede incluir la tensión de Israel con su principal aliado: los Estados Unidos (EE. UU.). Las muertes civiles en el sitio de Beirut el año 1982 hizo que el entonces presidente, Ronald Reagan, se quejara al gobierno israelí, una queja que no llegó a ningún sitio. Actualmente, la administración demócrata de Joe Biden hace meses que trata de convencer a Israel de desescalar sus ofensivas militares.

Ecos del 2006

Si bien en los hechos de 1982 hay aspectos que pueden parecer similares a la situación actual, hay un gran actor que no tuvo relación, pero sí en la siguiente invasión. El año 2006, cuando Israel ocupó el Estado libanés, el objetivo ya no era la OLP, sino Hizbulá, que había hecho de su presencia militar en el sur una de sus grandes fortalezas como milicia. En aquella ocasión, el conflicto acabó con un alto el fuego, después de la creación de la mencionada resolución 1701, la cual exige la retirada total de los soldados del Líbano y de todas las fuerzas de Hizbulá de la zona comprendida entre el río Litani y la frontera israelí. Hizbulá no ha cumplido esta resolución, como señaló ayer Israel, cuando justificaba el inicio de la invasión terrestre.