Los últimos bombardeos rusos sobre Ucrania se han cobrado la vida de varias personas y han causado grandes daños a infraestructuras críticas para|por el país. Las imágenes de la capital de nuevo bajo el asedio de los ataques aéreos del Kremlin ha centrado la mayoría de las miradas, pero más que la devuelta amenaza de bombardeos, las autoridades ucranianas están preocupadas por el impacto de estos nuevos ataques. "Desde el 10 de octubre, el 30% de las centrales eléctricas de Ucrania han sido destruidas, provocante apagas masivas en todo el país", ha afirmado el presidente ucraniano. Volodímir Zelenski, a través de las redes sociales. En otras palabras, Ucrania está a punto de empezar un invierno sin casi un tercio de sus centrales eléctricas.
Las fuerzas rusas han asegurado que sus objetivos eran estratégicos, es decir, las mismas centrales eléctricas. Sin embargo, los bombardeos rusos perpetrados con drones kamikaze iraníes son inexactos y a menudo han impactado contra edificios civiles. De manera que a la pérdida de capacidad de generar electricidad se le suma la pérdida de vidas civiles y la destrucción de edificios residenciales.
Todo deja en Ucrania en una situación extremadamente compleja de cara a un invierno que se aproxima inexorablemente. Según recuerda The Guardian, en el pasado Ucrania fue una gran exportadora de energía conectada a la red europea. Sin embargo, ahora el gobierno prepara a su población para futuras restricciones de electricidad. El número dos de la oficina del presidente, Kyrylo Tymoshenko, advirtió a través de la televisión nacional que los ciudadanos se tienen que preparar para "apagones permanentes" y la gente tendrá que ahorrar energía.
Prioridades en el racionamiento de energía
El mismo Tymoshenko ha reconocido que este invierno en Ucrania será "duro". Hay que recordar que se trata de un país donde en los meses más fríos del año la temperatura puede bajar hasta los -10 °C y -20 °C. Las zonas más afectadas son a las primeras líneas del frente, como el Donbass, donde ya no hay suministro de gas para los apartamentos. Las prioridades ante la escasez de energía más extrema son los hospitales y los sitios militares que tengan generadores de seguridad, no los edificios residenciales. Según expertos británicos, esta situación podría desencadenar un nuevo éxodo de ucranianos.