La policía iraní ha aumentado este lunes la presencia de patrullas en los centros educativos femeninos para evitar nuevos envenenamientos de las alumnas. "Hemos incrementado el número de patrullas fijas y móviles en los alrededores de los colegios y dormitorios para proteger a nuestros queridos estudiantes", ha dicho el portavoz de la Policía, Montazer Mahdi, según recoge la agencia ISNA y recoge Efe. "Queremos asegurar a nuestros compatriotas, en especial a nuestras queridas hijas, que con la cooperación de las instituciones y la ayuda de dios pondremos fin a estos actos despreciables", ha indicado Mahdi.
Más de mil alumnas intoxicadas
La ola de envenenamientos con un supuesto gas en instituciones educativas femeninas empezó en noviembre en la ciudad santa de Qom y se ha multiplicado los últimos días, sin pistas de quien se encuentra después de estos ataques.
Más de mil alumnas han sido intoxicadas de forma leve a decenas de ciudades del país y han sufrido dolores de cabeza, palpitaciones, náuseas, mareos y a veces la imposibilidad de mover las extremidades después de percibir un olor de naranja podrida y productos de limpieza.
A pesar del aumento de la presencia policial, las alumnas de un colegio de primaria han sido víctimas de un nuevo caso de envenenamiento en la ciudad occidental de Kuhdasht, y han sido trasladadas a un hospital, según ha informado el diario reformista Shargh, de que ha notificado también que las chicas se encuentran bien. Un incidente similar ha tenido lugar en el sur del país, en la ciudad de Lar, y las estudiantes todavía están bajo vigilancia médica.
Un "crimen imperdonable"
En medio de la ola de casos y el descontento popular, el líder supremo de Irán, Ali Khamenei, ha calificado hoy de "crimen imperdonable" estos ataques y ha afirmado que si se prueba que son los culpables tienen que recibir el castigo máximo", que en Irán es la pena de muerte. El Ministerio del Interior y el Ministerio de Inteligencia investigan los ataques, pero hasta ahora no han informado de avances en las investigaciones.
Según los datos de Interior, se han producido ataques con gas en 52 colegios, un número indeterminado de alumnos han resultado intoxicados y 28 han sido hospitalizadas, unas cifras muy lejos de las que proporcionan medios iraníes y grupos de activistas.
Las autoridades reaccionan tarde
Las autoridades de Irán han tardado a reaccionar y habían ignorado los hechos. Ahora, sin embargo, han confirmado que se encuentran investigando una serie de informes que afirman que se han envenenado varias escuelas como "venganza" por el papel destacado que han tenido las jóvenes iraníes en las protestas contra el régimen teocrático actual y sus imposiciones sobre las mujeres, como la de llevar el hiyab. Las últimas informaciones destacan que se podrían atribuir los hechos a un grupo radical, aunque, de manera oficial, no hay noticias al respecto.
Las protestas empezaron hace meses, aunque hasta ahora no se han puesto a investigar estos extraños envenenamientos. Las protestas de meses atrás han perdido parte de la intensidad por la dura represión, pero no han desaparecido del todo. Hay que recordar que el detonante de todo empezó con el asesinato de Mahsa Amini en manos de las autoridades iraníes por no duro correctamente el velo obligatorio.