Las advertencias irlandesas se han convertido en realidad. El Estado de Irlanda ha denunciado ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) al Reino Unido por la controvertida ley de amnistía de Irlanda del Norte. La ley fue impulsada por el gobierno conservador de Boris Johnson y se presentaba como una medida de reconciliación. Sin embargo, los críticos con la normativa han denunciado que prohíbe, a la práctica, investigar los delitos británicos durante los Troubles. Entre los mayores críticos de esta ley aprobada en septiembre se encuentran los gobiernos de Dublín y Belfast, que la ven como una manera de asegurar la impunidad de las fuerzas británicas.
Según ha informado el tribunal este viernes, argumenta que la ley vulnera artículos de la Convención Europea de los Derechos Humanos, como los que reconocen el derecho a la vida, la prohibición de la tortura o un trato degradante o inhumano, el derecho a un juicio justo, el derecho a la reparación y la prohibición de la discriminación. Concretamente, el gobierno irlandés afirma que considera que la nueva comisión creada por el gobierno británico para ocuparse de los casos de los Troubles es contraria al artículo 2, el 3 y también el artículo 13, que protege el derecho a recibir una reparación apropiada a una ofensa. Asimismo, el hecho de que la normativa prohíba nuevas investigaciones civiles en los tribunales no iniciadas antes de mayo del 2022 vulnera el derecho a un juicio justo (artículo 6), y supone una discriminación (artículo 14).
Esta controvertida y ampliamente criticada ley no ha llegado solo a los tribunales europeos, sino que también ha encontrado oposición dentro del mismo Reino Unido. Se oponen Irlanda y los principales partidos de Belfast, incluido, por ejemplo, el unionista DUP, así como asociaciones de familiares de víctimas. El gobierno británico, en cambio, argumenta que la ley puede permitir ayudar a la sociedad de Irlanda del Norte a "mirar adelante".
Los jóvenes norirlandeses, a favor de la reunificación
La generación de la paz quiere la reunificación de Irlanda. Bautizados como los peace babies, aquellos nacidos después de la firma de los Acuerdos del Viernes Santo (1998) han vivido en una Irlanda del Norte postconflicto. Una encuesta de The Times mostró en octubre del 2023 que esta generación (entre los 18 y los 24 años) quiere, mayoritariamente, la reunificación de Irlanda. Además, en esta franja de edad un 40% se siente irlandés y solo el 15% es unionista. El conflicto de Irlanda del Norte no ha desaparecido después de los acuerdos de paz, ya que buena parte de la población norirlandesa no se siente cómoda dentro del Reino Unido.