Irlanda podría dar "un paso atrás" esta semana si vota en contra de dos cambios en la Constitución que están diseñados para eliminar el lenguaje "anticuado" sobre las mujeres y reconocer formalmente a las familias más allá de las que involucran el matrimonio, ha dicho al Taoiseach —viceprimer ministro— de Irlanda, Leo Varadkar. En un doble referéndum, el viernes, se pedirá a los irlandeses que den apoyo a la eliminación de dos cláusulas de la Constitución de 1937, incluida la disposición "mujeres en casa" y la consagración de dos enmiendas propuestas.
Aunque el voto por el doble sí lidera las encuestas, los sondeos pronostican una baja participación que indica que el 35% de los electores están indecisos. En este sentido, desde Bucarest, tal como destaca el The Guardian, Varadkar ha dicho que el referéndum era equivalente a una declaración "de valores sobre lo que representamos como sociedad". "Creo que un voto en contra sería un revés para el país, francamente", ha dicho. "Diría a mucha gente, centenares de miles de personas y niños, que no forman parte de una familia con respecto a nuestra Constitución. Y creo que eso sería un paso atrás".
Una Constitución anticuada
"También significaría, en relación con las curas, que se mantendría el lenguaje muy anticuado sobre las mujeres en el hogar y las obligaciones de las madres en el hogar". El Taoiseach ha hablado al margen del congreso del Partido Popular Europeo, agrupación de partidos conservadores y de centroderecha en el Parlamento Europeo. Varadkar presentó los dos referéndums como medio para eliminar la desigualdad de género de la Constitución del Estado.
"Al votar sí al referéndum familiar, estamos diciendo que todas las familias son iguales, independientemente del estado civil de los padres", ha constatado delante a los periodistas. La enmienda sobre las curas propone suprimir un artículo que dice: "El Estado reconoce que con su vida en casa, la mujer proporciona al Estado un apoyo sin el cual no se puede hacer el bien común. Por lo tanto, el Estado se esforzará para garantizar que las madres no se vean obligadas, por necesidad económica, a trabajar en detrimento de los deberes en casa".
Unas palabras que quedan desfasadas. De esta manera, la enmienda propuesta reconocería que todo tipo de personas, ya sean padres, hijos adultos, menores, hermanos u otros miembros de la familia, brindan curas. Concretamente, tal como destaca el mismo diario británico, dice: "El Estado reconoce que la prestación de curas por parte de los miembros de una familia entre sí, en razón de los vínculos que hay entre ellos, proporciona a la sociedad un apoyo sin el cual no se puede conseguir el bien común".