Israel ha atacado por primera vez una zona de mayoría cristiana en el Líbano y ha matado al menos a 21 personas, según ha informado este lunes por la tarde al Ministerio de Salud Pública libanés. El bombardeo ha tenido lugar contra el pueblo de Aitou (en el sureste de Trípoli, al norte del país) que, hasta ahora, no había sido objetivo de ataques aéreos. El Centro de Operaciones de Emergencia de Salud Pública hace pruebas de ADN para determinar la identidad de partes de cuerpos que han sido retiradas del lugar.

La Cruz Roja libanesa ha indicado que siete equipos de ambulancias se han dirigido inicialmente hacia Aitou y ha añadido que continúan los trabajos de rescate. El ataque ha tenido como objetivo un apartamento residencial, que había sido alquilado recientemente, según la prensa local. Hasta el momento, Israel había concentrado sus ataques contra zonas de mayoría chií en el sur y en el este del Líbano, aunque recientemente ha empezado a bombardear otras comunidades del país —en el cual conviven hasta 18 confesiones religiosas diferentes—. Por ejemplo, a principios de este mes de octubre un bombardeo israelí apuntó por primera vez cerca de Trípoli, contra un campo de refugiados palestinos. La campaña de bombardeos de Israel ya se ha cobrado la vida de más de 2.200 personas desde septiembre, además de obligar al desplazamiento de más de 1,2 millones de personas.

Israel mata a más de 40 palestinos en Gaza

En el otro lado de la frontera, Israel ha matado a más de 40 palestinos en Gaza. Este lunes por la tarde, al menos cinco personas han perdido la vida en un ataque israelí contra una escuela del campo de refugiados de Jabaliya, en el norte de la franja. Es el segundo ataque contra una escuela en 24 horas, después del bombardeo en el campo de Nuseirat, donde han muerto 22 personas —entre los cuales, 15 niños y mujeres—. La cifra de heridos en las dos acciones es de más de 80 personas.

Además, otras 15 personas han muerto este lunes en Gaza en las últimas horas: diez en un ataque de artillería israelí contra un centro de distribución de alimentos de la UNRWA en Jabaliya, donde el ejército israelí ha aumentado sus ataques después de ordenar la población que se marchara; y cinco más en un ataque contra tiendas de desplazados en el Hospital de los Mártires de Al-Aqsa. Después de los ataques han circulado imágenes de personas quemándose vivas, cosa que fuentes palestinas apuntan que podría haber sido causado por el lanzamiento de bombas incendiarias contra las tiendas con piezas de nylon y plástico.

Netanyahu responde a la ONU y la UE

Una enfermera de Médicos Sin Fronteras que hace trabajo al hospital ha tildado lo que ha pasado de "devastación" y ha explicado que muchos de los heridos tienen "quemaduras graves". "Es una escena de devastación. Las tiendas quemaron mientras la gente dormía. El hospital ha atendido a cuarenta heridos, entre los cuales diez niños y ocho mujeres, muchos de ellos con quemaduras graves. Otros 25 han tenido que ser derivados por falta de capacidad", ha dicho, antes de denunciar el bombardeo de la escuela de Nuseirat —que "ha desbordado al hospital y al personal médico".

Volviendo al Líbano, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha enviado un nuevo mensaje a la misión de la ONU y ha negado haberla atacado. "Hizbulá utiliza las instalaciones y las posiciones de la FINUL como cobertura mientras ataca ciudades y comunidades israelíes", ha dicho, reconociendo que "la mejor manera de garantizar la seguridad del personal de la FINUL es que la FINUL atienda la petición de Israel y se aleje temporalmente del peligro". Las palabras de Netanyahu llegan después de un nuevo día en el cual tanto la ONU como la Unión Europea han pedido explicaciones por los ataques.

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