Israel ha cortado los suministros humanitarios en Gaza en un esfuerzo para presionar a Hamás para que acepte un cambio al acuerdo de alto el fuego para permitir la liberación de rehenes sin una retirada de las tropas israelíes. La oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha dicho este domingo que estaba imponiendo un bloqueo en Gaza porque Hamás no aceptaría un plan que, según afirmó, había sido presentado por el enviado especial de los Estados Unidos, Steve Witkoff. La idea era extender la fase uno del alto el fuego y seguir liberando rehenes, y posponer la fase dos, que preveía la retirada de Israel de la Franja de Gaza.

"A fin de la primera fase del acuerdo sobre los rehenes, y en vista de la negativa de Hamás a aceptar el esquema de Witkoff para continuar las conversaciones —a las cuales Israel accedió—, el primer Ministro Netanyahu ha decidido que, a partir de esta mañana, cesará toda entrada de bienes y suministros en la Franja de Gaza. Israel no permitirá un alto el fuego sin la liberación de nuestros rehenes", dijo en un comunicado. "Si Hamás continúa con su negativa, habrá más consecuencias".

Después del anuncio, el portavoz de Netanyahu, Omer Dostri, escribió en una publicación a las redes sociales: "Ningún camión ha entrado en Gaza esta mañana, ni lo hará en este momento". El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió el domingo que "la ayuda humanitaria vuelva inmediatamente a Gaza". El domingo por la mañana Washington no había confirmado la existencia ni los detalles de un plan de Witkoff.

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Una mujer sostiene un cartel con una foto del presidente de los EE.UU., Donald Trump, donde pone "terrorista" / Efe

Hamás se mantiene firme en el primer acuerdo

Un comunicado de Hamás calificó la suspensión de la ayuda como un crimen de guerra y una violación del acuerdo de alto el fuego. Afirmó que la "decisión de Netanyahu de suspender la ayuda humanitaria es un chantaje barato, un crimen de guerra y un golpe flagrante contra el acuerdo [de alto el fuego]". Hamás dijo que estaba comprometido con el alto el fuego acordado originalmente, que estaba previsto pasar a una segunda fase, con negociaciones destinadas al final permanente de la guerra, y rechazó la idea de una extensión temporal de la tregua de 42 días. Un alto funcionario de Hamás, Mahmoud Mardawi, ha dicho a Al Jazeera que el grupo liberaría a los rehenes israelíes restantes solo bajo los términos del acuerdo por fases ya acordado.

Durante los 15 meses de guerra entre Israel y Gaza, el gobierno de Netanyahu negó repetidamente que estuviera bloqueando los envíos humanitarios, aunque las agencias de ayuda alertaron sobre la gravedad de la situación. Antes del alto el fuego, las Naciones Unidas advirtieron que un hambre generalizada era inminente. Durante las seis semanas de tregua, los envíos se restauraron en unos 600 camiones diarios, con mayoritariamente alimentos, pero la situación seguía siendo crítica a causa de la falta de agua potable, la destrucción de centros sanitarios y la falta de refugios. A pesar del retorno de los envíos de ayuda, la situación humanitaria en Gaza seguía siendo desastrosa. Los trabajadores de ayuda humanitaria señalaron que la acumulación de aguas residuales sin tratar y la destrucción de los hospitales podrían ser letales para la población de 2,2 millones de personas supervivientes. Además, las condiciones de refugio durante el invierno eran extremadamente precarias.

Después del fracaso de las conversaciones en El Cairo para mantener el alto el fuego, Netanyahu anunció una extensión de la primera fase de la tregua hasta el Ramadán y la Pascua, que acaban el 20 de abril. Esta propuesta, que contaba con el apoyo de los Estados Unidos, implicaba la liberación de la mitad de los rehenes vivos y muertos. Si se llegaba a un acuerdo de paz permanente, todos los rehenes restantes serían liberados.

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Los palestinos intentan reconstruir su casa / Efe

¿Alargar una primera fase del alto el fuego?

La primera fase del alto el fuego entre Israel y Gaza consistió principalmente en la liberación de rehenes israelíes a cambio de palestinos detenidos en las prisiones israelíes, un aumento de la ayuda humanitaria y una retirada parcial de las tropas israelíes. La segunda fase del alto el fuego requería una retirada completa de las tropas israelíes y un cese más duradero de las hostilidades. El plan Witkoff, propuesto por la oficina de Netanyahu, sugería una extensión de seis semanas de la primera fase, pero sin mencionar la retirada de tropas, hecho que generó críticas, especialmente por parte de Hamás, que acusó Israel de intentar repudiar el acuerdo firmado previamente.

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Camiones llenos de ayuda humanitaria sin poder entrar en Gaza / Efe

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Egipto, así como Qatar, Arabia Saudí y Jordania, condenaron la actitud de Israel, acusándolo de utilizar el hambre como una "arma" contra el pueblo palestino. Estos países se mostraron firmes en su rechazo al bloqueo de la ayuda humanitaria, que según ellos podría tener graves consecuencias humanitarias. En respuesta, la Unión Europea condenó la negativa de Hamás a aceptar la prórroga de la primera fase del alto el fuego, pidiendo una rápida reanudación de las negociaciones sobre la segunda fase.

A pesar de no participar directamente en las conversaciones en El Cairo, Hamás ha estado coordinando sus esfuerzos con funcionarios de Qatar y Egipto, que sí que forman parte de las negociaciones junto con delegaciones norteamericanas e israelíes. Sin embargo, las conversaciones en El Cairo no avanzaron, y los negociadores abandonaron la ciudad sin señales de una próxima reactivación de las negociaciones. Una retirada israelí implicaría, inicialmente, la retirada del corredor de Filadelfia en la frontera sur de Gaza con Egipto. Esta retirada podría poner en peligro la coalición de derecha que da apoyo a Netanyahu, hecho que generaría incertidumbre sobre su futuro político y la posibilidad de nuevas elecciones en Israel. Los analistas han sugerido que Netanyahu aceptó el alto el fuego bajo presión de Donald Trump, pero que no tiene la intención de avanzar a una segunda fase del acuerdo.

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Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí / Efe

Dentro de Israel, los analistas y políticos han señalado que la mayoría de los israelíes desean que se priorice la liberación de los 59 rehenes restantes, de los cuales solo 25 se cree que continúan vivos. Sin embargo, esta posición entra en conflicto con los partidos de extrema derecha, que sostienen que la prioridad de Israel tendría que ser la destrucción de Hamás. La división dentro de la coalición de Netanyahu hace que cualquier avance hacia una segunda fase del alto el fuego sea complicado, ya que su coalición no podría mantenerse en el poder sin el apoyo de la extrema derecha.