Menos de una semana después, el gobierno de Benjamin Netanyahu ha cumplido sus amenazas en Hamás, y después de cortar la entrada de ayuda humanitaria el martes pasado, este domingo el ministro de Energía israelí, Eli Cohen, ha ordenado cortar "inmediatamente" cualquier suministro de electricidad facilitado por la Corporación Eléctrica de Israel en la Franja de Gaza, según ha informado el mismo ministro en mensaje de vídeo grabado.

Según el diario israelí Haaretz, la única electricidad que Israel vendía actualmente en la Franja de Gaza servía para el funcionamiento de la única planta de tratamiento de aguas residuales, además de dar energía a la única planta de desalinización que sigue se mantiene en pie, según ha informado también The Guardian. Por otra parte, los pocos hospitales todavía operativos en Gaza dependen de generadores eléctricos que funcionan con gasolina. Esta medida se produce cuando se cumple hoy una semana desde que Israel prohibiera la entrada de ayuda humanitaria a la Franja, una medida que Hamás calificó de un intento "flagrante" de evadir el acuerdo y evitar entrar en negociaciones para la segunda fase.

En una publicación en su cuenta d'X, Cohen ha asegurado que ha firmado la orden porque "ya es suficiente de hablar, y es hora de actuar". El ministro asegura que Israel utilizará "todos los medios a su alcance para asegurar el retorno de todos los rehenes israelíes" y ha dicho que "Hamás no se quedará en Gaza después de la guerra". El portavoz del primer ministro Benjamin Netanyahu, Omer Dostru, ya había lanzado esta misma amenaza martes a través de la radio del Ejército de Israel, asegurando que su gobierno "daba a Hamás y a los mediadores unos días para extender la primera fase del alto el fuego", que expiró el domingo. El portavoz del estado judío dijo que no descartaban la posibilidad de cortar todo el suministro eléctrico en la Franja para presionar en Hamás, un hecho que se ha acabado cumpliendo este mismo domingo y que es suma en el corte a la ayuda humanitaria.

Una semana sin entrada de ayuda humanitaria

La entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza era uno de los puntos claves de la primera fase del acuerdo firmado en enero –con la mediación de Egipto, Qatar y los EE.UU.– en que Hamás e Israel se comprometieron a cesar las hostilidades durante al menos 42 días a cambio de la liberación de unos 2.000 presos palestinos y 33 rehenes retenidos en Gaza. El pacto comportaba además de la entrada de unos 600 camiones de ayuda, suministros y combustible cada día. El acuerdo firmado en enero permite la prórroga del alto el fuego una vez acabe la primera fase, siempre que las partes estén negociando las condiciones de la segunda fase, pero estas negociaciones a duras penas duraron un día la semana pasada. Desde la mediación, el portavoz del Ministerio de Exteriores de Qatar, Majed en el Ansari, declaró en una entrevista que se estaba "presionando" para mantener "los artículos y los lenguajes del acuerdo", con el objetivo de unas negociaciones sobre los términos de la segunda fase.

Hamás lo ve un "chantaje inaceptable"

El grupo islamista Hamás ha calificado la orden de Israel de cortar el suministro eléctrico en la Franja de Gaza de un "chantaje inaceptable" que busca presionar a la organización para que libere más rehenes, a pesar de que no ha cumplido con los pactos de cara a la segunda fase del actual alto el fuego. "Cortar la electricidad, cerrar los cruces fronterizos, interrumpir la ayuda, el socorro y el combustible y dejar morir de hambre a nuestro pueblo constituye un castigo colectivo y un crimen de guerra en toda regla", ha afirmado el grupo en un comunicado, en referencia también a la orden anterior por la cual Israel bloquea la entrada de cualquier tipo de ayuda o alimento desde el pasado 2 de marzo.