Israel ya tiene decidida una respuesta "enérgica" al ataque del Irán, del pasado sábado 13 de abril. Ante la duda sobre qué hacer después de la agresión iraní, el jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Herzi Halevi, ha asegurado que habrá una "respuesta". "Miramos adelante, considerando nuestros pasos, y este lanzamiento de tantos misiles y drones hacia el territorio del estado de Israel recibirá una respuesta", ha afirmado, durante una visita a la base aérea de Nevatim (sur) —que sufrió daños leves durante el ataque.
Sin embargo, Halevi se ha abstenido de ofrecer más detalles ni ha anunciado qué medidas se tomarán. Medios de comunicación locales como Canal 12 han informado de que el Gabinete de Guerra quiere dar una respuesta "enérgica". Después de la reunión de este lunes, la conclusión es clara: habrá una respuesta contundente, pero se evitará poner en marcha una guerra regional. Y eso que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se ha inclinado para atacar militarmente Irán —según ha recogido Haaretz—. Pero la presión internacional para evitar una escalada en la región tiene un gran peso en la decisión y su principal aliado militar, Estados Unidos, ya ha avisado de que no dará apoyo a una respuesta militar.
Conversaciones entre Irán y EE.UU.
Por su parte, uno de los portavoces de la Casa Blanca, John Kirby, ha asegurado que Irán no avisó a EE.UU. sobre cuándo lanzaría el ataque contra Israel ni qué objetivos tenía previsto impactar. Es una respuesta directa a las acusaciones de aliados en la región como Turquía, Jordania e Iraq, que afirmaron el domingo que los iraníes habían avisado con 72 horas de antelación. "Esta noción es ridícula", ha dicho Kirby, que ha añadido: "Podrían imaginarse un mundo en el cual Irán llame y diga: 'Escuchen, intentaremos atacar Israel con 300 misiles y drones, solo queríamos que lo supieran. Ah, por cierto, aquí son nuestros objetivos'. Lo siento, eso no pasó".
Lo que sí que ha reconocido al portavoz es que Washington intercambió mensajes con Teherán vía Suiza antes del ataque, aunque en ningún momento hubo "ningún mensaje sobre cuándo sería el ataque o contra qué objetivos". El hecho es que EE.UU. y otros aliados como Reino Unido o Jordania ayudaron a Israel a interceptar casi todos los misiles, motivo por el cual no hubo muertos. Fue el primer ataque desde territorio iraní, como represalia al ataque israelí contra el consulado del Irán en Damasco (Siria) —que mató siete miembros de la Guardia Revolucionaria—. La realidad es que el momento de máxima tensión en el Oriente Medio continúa, ya que Irán advirtió que volvería a contraatacar si Israel respondía.