El gabinete de guerra de Israel ha estado deliberando desde hace unos días sobre cómo responder al primer ataque de Irán contra el estado hebreo. Los 300 drones y misiles que se tiraron desde Irán fueron interceptados con la ayuda de los Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Jordania. Los EE.UU. ya han dejado claro que no darán apoyo a una guerra. A pesar de todo, las cosas están tensas. Se espera en los próximos días que Israel dé algún paso. Tiene que tomar alguna decisión para demostrar en Irán que, una demostración de fuerzas como la del sábado, no se puede quedar impune. Al mismo tiempo, sin embargo, Israel sabe que si ataca, Teherán responderá con "más fuerza". Por lo tanto, todas las opciones que hay sobre la mesa, tienen riesgos considerables.
El ataque podría haber sido mucho peor, aunque provocó a una víctima mortal de 7 años. Para Israel, se ha atravesado una línea roja importante desde el punto de vista de la seguridad. Yoav Gallant, ministro de Defensa, y Benny Gantz, exministro de Defensa y rival centrista de Netanyahu, han dado a entender que habrá una respuesta. A pesar de todo, la decisión final y formal es de Benjamin Netanyahu. El principal portavoz militar, el almirante republicano Daniel Hagari, ha dejado claro que Israel mantiene abiertas las opciones. "En las últimas horas, aprobamos planes operativos para acciones tanto ofensivas como defensivas", dijo a los periodistas el domingo.
Este lunes, después de reuniones y muchas dudas y ya entrada la noche, Israel ha dicho que tiene decidida una respuesta "enérgica" al ataque de Irán. Ante la duda sobre qué hacer después de la agresión iraní, el jefe del Estado Mayor del ejército israelí, Herzi Halevi, ha asegurado que habrá una "respuesta". "Miramos adelante, considerando nuestros pasos, y este lanzamiento de tantos misiles y drones hacia el territorio del estado de Israel recibirá una respuesta", ha afirmado, durante una visita a la base aérea de Nevatim (sur) —que sufrió daños leves durante el ataque. Pero no hay más detalles al respecto.
Las opciones de Israel para atacar
Cualquier ataque directo a objetivos militares o de infraestructura dentro de Irán casi seguramente desencadenaría una guerra total, aunque algunas figuras del establishment de seguridad israelí de línea dura pueden ver los acontecimientos de este fin de semana como una ventana de oportunidad para atacar las instalaciones nucleares de Irán. Ahora bien, cualquier opción de ataque, resulta peligrosa. Irán ya ha dejado claro que si Israel responde, ellos responderán con más dureza. Además, el presidente de los EE.UU., Joe Biden, ya ha dejado clara la postura del país y se ha reafirmado diciendo que ellos no participarían. Por otra parte, hay que tener en cuenta que, desde el 7 de octubre, Israel está en guerra a Gaza, donde los objetivos prioritarios han sido desde el principio exterminar Hamás y devolver a los rehenes a casa.
Tal como apunta el The Guardian, lo que está en juego, aparte de una guerra en términos generales, son las acciones encubiertas. Es decir, ciberataques o ataques a terceros países. En este caso, sería difícil para el Irán culpar en Israel, pero sería también difícil de admitir porque se constataría que hay vulnerabilidades en su territorio.
¿Israel podría hacer frente a una nueva guerra?
Israel hace años que se prepara para un posible ataque. El portavoz del ejército de Israel, Roni Kaplan, ya lo dijo en una entrevista en ElNacional.cat este pasado sábado, justo antes del ataque de Irán. Sin embargo, hay que tener en cuenta que una nueva guerra o un nuevo frente, porque hay que recordar que el de Gaza está todavía activo, implicaría enormes cantidades de armamento y municiones. Y tal como señala el diario británico, ya ha habido problemas de munición en algunos momentos en Gaza. Además, si se ataca sin advertencia, es posible que Israel no consiga hacer frente a un ataque como el del pasado fin de semana. El mismo portal señala que el 75% del ejército está formado por reservistas y, por lo tanto, una guerra supondría que la vida normal en el país habría acabado. Eso querría decir que las centrales eléctricas, suministros y transportes podrían verse afectados.
Irán no quiere una guerra
Irán es uno de los estados más militarizados de la región, con un ejército permanente de al menos 580.000 efectivos y un arsenal de 3.000 misiles balísticos, según estimaciones occidentales que recoge el mismo The Guardian. Sin embargo, el líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, ha dejado muy claro durante los últimos seis meses de guerra en Gaza que Irán no se quiere ver arrastrado a un conflicto más amplio. La economía y el pueblo de Irán ya están sufriendo las extensas sanciones de la ONU, la UE y los Estados Unidos. Hay que recordar que Irán atacó Israel después del ataque del 1 de abril a un complejo diplomático iraní en Damasco que golpeó un edificio diplomático y mató al comandante iraní de más rango asesinado desde que los Estados Unidos asesinaron al líder de la fuerza Quds, Qasem Soleimani, al Iraq en el 2020.