Al menos cinco palestinos, tres de los cuales eran trabajadores de la ONG World Central Kitchen (WCK), han muerto este sábado después del ataque con dron del ejército israelí. Los hechos ocurridos en la ciudad del sur de Gaza Khan Yunis, suponen la segunda vez que Israel mata empleados de la organización del chef José Andrés, ya que este mes de abril murieron ocho trabajadores. El ataque se ha producido durante el reabastecimiento de ayuda humanitaria del convoy, cuando unos ladrones han intentado apoderarse de la mercancía y, como respuesta, un dron israelí ha disparado a la parte de atrás de uno de los camiones. Después del primer impacto, varias personas se han acercado a ayudar a las víctimas cuando la aeronave ha lanzado un segundo proyectil contra el todoterreno donde viajaban los trabajadores, que llevaba el logotipo de la WCK visible en el techo del vehículo.

Entre los trabajadores que han muerto había el responsable de las cocinas comunitarias de la ONG en el este de Khan Yunis, un conductor y el encargado de evaluación y monitorización, según han declarado las fuentes locales a EFE. La organización ha declarado mediante una publicación en la red social X que, en estos momentos, "estamos trabajando con información incompleta y estamos buscando con urgencia más detalles". La WCK ha añadido que ha detenido "las operaciones en Gaza en estos momentos" y que desconocía "que ningún individuo del vehículo estuviera relacionado con el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023".

De hecho, el ejército de Israel ha confirmado que una de las víctimas es Hazmi Kadih, un miliciano de Hamás que participó en la matanza del 7 de octubre del 2023 en el Kibutz Nir Oz. "El terrorista trabajaba para la organización WCK", reconocen en un comunicado donde han instado a la administración de la ONG a que revise sus procesos de contratación.

El segundo ataque de Israel a la ONG de José Andrés

El 2 de abril de 2024, siete trabajadores de la WCK murieron en un triple ataque israelí contra su convoy humanitario cuando abandonaban un almacén a Deir al Balah, en el centro de Gaza, a pesar de haber coordinado sus movimientos con el ejército de Israel. Tres días más tarde, los hebreos declararon que se trató de un "error", ya que creyeron que viajaban dos milicianos armados de Hamás. En aquella ocasión, murieron el palestino Saifeddin Ayad Abutaha, la australiana Lalzawmi Frankcom, el polaco Damian Soból, el canadiense Jacob Flickinger y los británicos John Chapman, James Henderson y James Kirby. El vehículo también iba perfectamente identificado con el logotipo de la WCK visible en el techo, pero la caravana recibió el impacto de tres misiles disparados por un dron, hecho que supuso "una grave violación de las órdenes y de los procedimientos operativos estándar de las Fuerzas de Defensa de Israel", concluyó la investigación militar, que cesó a los responsables.