Las fuerzas israelíes han ordenado a los residentes de los barrios orientales de la ciudad del sur gazià de Rafah que evacuen ante una inminente acción militar. "De acuerdo con la aprobación del gobierno (israelí), una evaluación de la situación en curso guiará el movimiento gradual de civiles de las áreas especificadas hacia el área humanitaria" de Al-Mawasi, señala el Ejército en un comunicado. De momento hay muy poca información sobre la supuesta acción militar que planea Israel, aunque las mismas fuerzas militares no han relacionado esta orden de evacuación con una invasión terrestre y hablan de una operación de "alcance limitado". Según los militares israelíes, el orden afecta a unas 100.000 personas.
El gobierno de extrema derecha de Benjamin Netanyahu hace semanas que insiste en invadir esta ciudad gazatí como aparte de su ofensiva contra Hamás. Sin embargo, aliados de Israel y organizaciones internacionales han advertido que un ataque sobre Rafah pondría en riesgo la vida de miles de civiles. Hay que recordar que en la ciudad gazatí malviven 1,4 millones de palestinos, la mayoría desplazados del norte.
Por su parte, el Ejercido de Israel está dando indicaciones a los civiles de Rafah para que se desplacen la zona de Al-Mawasi, próxima a Khan Yunis, otra ciudad extremadamente atacada por las fuerzas israelíes. Según los militares israelíes, la zona a la cual se quiere desplazar a los civiles de Rafah ha sido ampliada y cuenta con más ayuda humanitaria: "hospitales de campaña, tiendas, mayor cantidad de alimentos, agua, medicamentos y suministros adicionales". Eso contrasta con el hecho de que hace unas horas las autoridades israelíes cerraran uno de los principales pasos utilizados para entregar ayuda humanitaria a Gaza después de que un ataque con cohetes reivindicado por Hamás, según informa The Guardian.
¿Cómo quedan las negociaciones con Hamás en Egipto?
Actualmente, en Egipto, se encuentran negociando una posible tregua. Fuentes próximas a las negociaciones apuntaban el domingo que las conversaciones avanzaban positivamente y parecían acercarse a un acuerdo. El borrador que estaba sobre la mesa incluye una primera fase de 40 días de tregua, en la que se liberarán 33 rehenes del total de unos 128 de Israel retenidos por Hamás, mientras que el Ejército israelí se retirará de la Franja de Gaza. La segunda fase durará 42 días más y en ella serán liberados los rehenes restantes y se extenderá un proceso de "calma permanente en Gaza"; mientras que una tercera fase, también de 42 días, incluirá el intercambio de cadáveres, publicaba EFE. Sin embargo, este borrador no gustaba del todo al gobierno israelí y con el nueve anuncia de evacuación podría acabar en papel mojado.
La obsesión del Ejecutivo de Netanyahu de entrar en Rafah ha estado presente antes incluso de empezar las negociaciones, aunque su principal aliado, los Estados Unidos, ha insistido en renunciar a este objetivo. Ni las manifestaciones en las calles de Israel para detener la ofensiva y recuperar a los rehenes, ni la mediación de Antony Blinken, secretario de Estado estadounidense, han servido para que Netanyahu abandone el plan de atacar Rafah.
Esta semana, Netanyahu ya avanzó que las tropas israelíes entrarán en Rafah "con acuerdo o sin". En las negociaciones de este fin de semana se ha tratado esta negativa del primer ministro israelí. Según informaba Al Jazeera, la fijación con Rafah es un "elemento clave" que no solo se puso sobre la mesa el sábado, sino que implícitamente sugiere que "no habrá alto el fuego y que el ataque continuará, cosa que va en contra de lo que estamos discutiendo," ha asegurado el portavoz de Hamás, Ossama Hamdan, en la cadena catarí.