El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha anunciado este domingo que prepara la extracción de gas ante las costas de Gaza conjuntamente con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y Egipto. La zona de la cual se quiere extraer el fósil es un enclave bajo bloqueo israelí por tierra, mar y aire desde el 2007. Hamás, el grupo islamista palestino que controla la zona, ha mostrado su rechazo al anuncio israelí. Netanyahu ha justificado que es un acuerdo para impulsar "el desarrollo económico palestino y el mantenimiento de la estabilidad y seguridad en la región".

Según Netanyahu, "la implementación del proyecto está sujeta a la coordinación entre los servicios de seguridad y el diálogo directo con Egipto", así como a la coordinación con el ANP, organismo con presencia en áreas reducidas de Cisjordania que perdió el poder de Gaza cuando Hamás pasó a controlar el territorio en el 2007. Según ha informado la prensa israelí, el ANP e Israel negociaban un acuerdo para extraer gas en Gaza, donde ahora tendrían que realizarse prospecciones para conocer la extensión real de este recurso en las aguas del enclave, después de que en 2014 se descubriera una primera reserva de gas natural a unos centenares de metros de una playa gazatí. En este sentido, Israel argumenta que el proyecto del gas -un asunto que se plantea desde hace largo tiempo-, podría servir de impulso económico para el enclave, aunque es difícil que este se pueda impulsar sin la aprobación directa o indirecta de Hamás.

Oposición de Hamás

El grupo islamista palestino ha reaccionado en el anuncio israelí censurando su propuesta, y ha asegurado que no necesita "el permiso de nadie para disponer" del gas. "No permitiremos que la ocupación haga del problema del gas en Gaza un asunto para posiciones de chantaje, o un instrumento para aprobar acuerdos políticos o de seguridad" con otros organismos presentes en el escenario político palestino, declaró el portavoz de Hamás en el enclave, Hazem Qasem.

Israel -como la UE y los EE.UU.- considera a Hamás un grupo terrorista, y desde hace 15 años aplica un duro bloqueo sobre Gaza con severas restricciones comerciales que también ha causado empobrecimiento, precarización y fuertes daños económicos en la Franja. La ANP, liderada por el partido secular Fatah, y el grupo islamista Hamás mantienen una disputa por el liderazgo palestino desde 2007, cuando fracasó el gobierno de unidad nacional un año después de que los islamistas ganaran las elecciones legislativas. Aunque debilitada y con una influencia muy reducida en Gaza, el ANP es la única entidad aceptada por Israel y gran parte de la comunidad internacional como interlocutor de los palestinos.