El Ejército de Israel bombardeó anoche de forma simultánea siete regiones del interior y el sur del Líbano, en respuesta al ataque ayer de la milicia chií libanesa Hizbulá que mató a 12 niños y adolescentes en la ciudad drusa de Majdal Shams, en los Altos del Golán ilegalmente ocupados por el Estado sionista desde 1967. Los ataques estuvieron dirigidos contra las zonas de Sabrinha, Borj El Chmali, Beka'a, Kfar Kila, Rab a-Taltin, al Khyam y Tir Hafa, informa un comunicado castrense. La respuesta israelí ha dejado un número aún indeterminado de heridos y cuantiosos daños materiales en propiedades y tierras de cultivo, pero sin provocar víctimas mortales, según la Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN).

"Estamos aumentando en gran medida nuestra preparación para la próxima etapa en la lucha en el norte", asegura el jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevi, en una visita al campo de fútbol en el que se produjo el impacto del proyectil de Hizbulá este sábado. “Cuando sea necesario, actuaremos con firmeza. Nuestro deber es devolver a los habitantes del norte sanos y salvos a sus hogares, en Galilea y en los Altos del Golán. Es nuestro total compromiso", agregó.

El cohete contra Israel era un Falaq 1, un misil iraní con 53 kilos de carga explosiva, que es propiedad exclusiva de Hizbulá, indicó Halevi. "Atacaremos duramente al enemigo", enfatizó el ministro de Defensa, Yoav Gallant, en una conversación con el líder espiritual de la comunidad drusa, Sheikh Mowafaq Tarif, con quien también conversó anoche por teléfono el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que está de visita oficial en Estados Unidos.

Israel señala a Irán

Este domingo, el Ministerio de Exteriores israelí ha acusado a Irán, al que atribuye la responsabilidad de las acciones de la milicia chií libanesa Hizbulá, de cruzar "todas las líneas rojas" con el ataque contra el campo de fútbol en la ciudad drusa de Majdal Shams. "La masacre constituye el cruce de todas las líneas rojas por parte de Hizbulá. No se trata de un ejército que lucha contra otro ejército; sino de una organización terrorista que ataca deliberadamente contra civiles. Israel ejercerá su derecho y su deber de actuar en defensa propia y responderá a la matanza", asevera el Ministerio en un comunicado.

"Hizbulá, el brazo largo de Irán, dirigió su fuego contra una población civil. Hizbulá no distingue entre judíos y no judíos, y su objetivo es matar a ciudadanos israelíes, sean quienes sean", subrayó.  Según Israel, la forma de evitar una guerra a gran escala, que "sería devastadora para el Líbano", es obligar a Hizbulá a implementar la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad, que desmilitariza la línea azul de separación entre Israel y Líbano. "Ahora es el último minuto para hacerlo diplomáticamente", matizó. Por su parte, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, se desplazó hasta Majdal Shams para asistir a los funerales de las doce víctimas, previstos para las 11.00 y 13.00 hora local (8.00 y 10.00 GMT), y prometió que Hizbulá "pagará el precio por esa pérdida".