El ejército israelí ha asegurado este jueves que dentro de la escuela de la UNRWA atacada esta madrugada en Nuseirat se escondían "entre 20 y 30 terroristas de Hamás y de la Yihad Islámica", mientras que los servicios médicos de la Franja sitúan la cifra de muertos al menos 35, incluyendo civiles.
"Reuniendo inteligencia llegamos a la conclusión de que había una cantidad importante de terroristas que utilizaban el complejo como a base de operaciones avanzadas para lanzar ataques contra las fuerzas israelíes", ha querido aclarar a los medios al portavoz del ejército, Peter Lerner.
Lerner ha indicado que se trata del quinto caso en el último mes –el segundo solo esta semana– en que el ejército identifica "operativos terroristas de Hamás y la Yihad Islámica" en las escuelas con banderas de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), entidad que está al punto de mira de Israel acusada de tener vínculos con Hamás.
Se escondían desde hacía días, según Israel
El portavoz aseguró que las tropas hacía dos días que seguían a los milicianos que se escondían en esta escuela como lugar seguro, y que cancelaron el ataque contra ellos hasta dos veces "para limitar a las víctimas civiles y distinguirlas de los terroristas". El ejército ha indicado que el ataque se ha dirigido "específicamente" contra tres aulas de la planta superior del edificio donde tenían constancia que se escondían los agentes.
Sin embargo, el gobierno de Gaza, controlado por Hamás, sostiene que el ataque es una "horrible masacre" y que entre las víctimas hay civiles, incluido mujeres y niños que buscaban refugio en esta escuela; aunque Lerner ha insistido en que todos o la gran mayoría son "terroristas" y ha prometido publicar sus nombres cuando verifiquen toda la información.
Israel no se detendrá porque sean escuelas
"Que se escondan en las escuelas de la UNRWA no nos disuadirá de operar contra Hamás, la Yihad Islámica, y todos aquellos que llevaron a cabo las atrocidades del 7 de octubre. No tendrán un refugio seguro donde esconderse", ha subrayado el portavoz. En enero, Israel acusó a una decena de trabajadores de la UNRWA de participar en los ataques del 7 de octubre y después aseveró que más de 200 de sus empleados tienen vínculos con los islamistas; e incluso está pendiente de aprobación en la Knéset (Parlamento israelí) una ley para declarar a la organización humanitaria, que opera en los territorios palestinos desde 1948, como organización terrorista.
Eso provocó que casi una veintena de países donantes cortaran la financiación a la UNRWA, pero muchos los han reprendido ante la falta de pruebas concluyentes de Israel para probar estas acusaciones. Una investigación independiente tampoco consiguió evidencias claras.