Italia tendrá elecciones anticipadas en otoño. El presidente de la República, Sergio Mattarella, ha disuelto el Parlamento por la dimisión de Mario Draghi. Así pues, el jefe de Estado ha dado por acabada la legislatura y el gobierno en funciones ha decidido este jueves por la tarde la fecha concreta, que es en un plazo de setenta días desde la disolución: el próximo domingo 25 de septiembre.
Mattarella ha decretado la disolución del Senado y de la Cámara de los Diputados, escogidos en marzo del 2018. Lo ha hecho después de reunirse con los respectivos presidentes, Maria Elisabetta Alberti Casellati y Roberto Fico. El presidente ha ofrecido una breve declaración desde el palacio del Quirinal y ha admitido, en tono serio, que esta decisión es "siempre la última elección". Sobre todo, "ante los muchos e importantes deberes a los que hacer frente" hoy día. Entre estos deberes está la gestión de la inflación y la protección de los más débiles, así como hacer frente a los últimos impulsos de la pandemia o contrastar "los efectos" de la invasión rusa de Ucrania.
Crisis política en Italia
Concretamente, el jefe de Estado ha hecho un llamamiento a solucionar lo antes posible la crisis política para garantizar de forma "indispensable la cada vez más necesaria colaboración a escala europea e internacional". Lo ha hecho consciente de que su país es la tercera potencia del euro, motivo por el cual también ha insistido en la necesidad de cumplir con los plazos establecidos en el Plan de Recuperación (con 191.000 millones de fondos europeos). "Por esta razón espero, todavía en el tono dialéctico intenso de la campaña electoral, una contribución constructiva al interés superior de Italia", ha concluido, haciendo referencia a la fuerte confrontación entre los partidos políticos.
Ha sido esta confrontación entre formaciones la que ha provocado el adelanto electoral. Todo empezó el pasado 14 de julio, cuando Draghi perdió el apoyo en el Parlamento del Movimiento 5 Estrellas (M5E) por diferentes motivos: por ejemplo, un decreto contra la inflación y los recelos de los "grillini" a seguir enviando armas a la resistencia ucraniana. El primer ministro dimitió, pero el mismo Mattarella le rechazó la dimisión y le pidió a solucionar la crisis en el Parlamento. Esto es lo que intentó este miércoles, sin éxito: Draghi perdió la mayoría para gobernar, después del abandono de otros dos socios importantes. Se trataba de la derechista Forza Italia (de Silvio Berlusconi) y de la ultraderechista Liga (de Matteo Salvini), que querían excluir definitivamente al M5E del ejecutivo italiano.
El problema de adelantar elecciones: la extrema derecha
Ahora, las elecciones anticipadas son un problema: quien encabeza las encuestas es la formación de extrema derecha Hermanos de Italia, liderada por Giorgia Meloni. Y es que Meloni estaba sola en la oposición: Draghi presidía un gobierno tecnócrata o coalición de unidad nacional con todos los partidos del hemiciclo, a excepción de los Hermanos de Italia. Ahora, Berlusconi y Salvini ven con buenos ojos el adelanto electoral porque podrían gobernar con Meloni.
La fecha de los próximos comicios será el 25 de septiembre, según ha acordado este jueves el Consejo de Ministros en Roma. El primer ministro en funciones y la titular de Interior, Luciana Lamorgese, acudirán a Mattarella para comunicarle esta fecha. Una fecha que tendrá que ser decretada en la convocatoria oficial del presidente de la República. Antes de toda esta crisis política, la legislatura de Draghi tenía que acabar en marzo del 2023. Pero Draghi ha dimitido y ahora se abre una nueva etapa de incertidumbre a Italia.