En una reunión de urgencia después de la derrota de Emmanuel Macron el pasado 9 de junio, las principales fuerzas de izquierdas han abordado la necesidad de apostar por la unidad ante el auge de la extrema derecha que vive el país. El encuentro que empezó el lunes y acabó bien entrada la noche. ¿El resultado de tantas horas? Un primer paso para hacer una candidatura conjunta en cada circunscripción para las legislativas francesas que se celebran el 30 de junio y el 7 de julio.

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La misiva, difundida al final de una reunión en que participaron La Francia Insumisa (LFI), los socialistas, los verdes y los comunistas, habla del "deseo de presentar un programa de rupturas sociales y ecológicas" que haga frente al proyecto macronista y al "racista" de la extrema derecha. Sin embargo, todavía no ha cerrado un acuerdo en firme, ya que las cuatro partes todavía tienen que negociar el programa y qué candidatos presentarán, un trámite que se augura arduo. El reloj les juega a la contra porque el plazo para presentar candidaturas acaba el 16 de junio.

La fórmula NUPES

Solo conocerse el adelanto electoral anunciado el domingo por el presidente, Emmanuel Macron, después del abrumador triunfo de la ultraderecha de Marine Le Pen, la izquierda francesa, en horas bajas desde el último quinquenio del socialista François Hollande (2012-2017), se apresuró a lanzar un llamamiento a la unidad para reeditar la efímera fórmula de la coalición progresista NUPES.

Esta alianza se estrenó en las legislativas de 2022, con unos resultados por debajo de las expectativas —lejos de la mayoría que se habían propuesto—, e integró a La Francia Insumisa, los socialistas, los verdes y los comunistas, aunque quedó rápidamente disuelta por disensiones internas.

Movilización en las calles francesas

Desde el pasado domingo se han organizado varias manifestaciones espontáneas en puntos variados del país para mostrar el rechazo a la extrema derecha. En París, la marcha empezó en la plaza de la República y después se extendió por las calles de la ciudad. Asimismo, los principales sindicatos franceses anunciaron un fin de semana de movilizaciones contra un hipotético gobierno liderado por la ultraderecha lepenista.

Sin embargo, lo que muestran los resultados del pasado 9-J es un apoyo mayoritario al proyecto de extrema derecha de Marine Le Pen. En los comicios europeos se hicieron con 30 escaños, el doble que la candidatura macronista.