Centenares de miles de personas han salido a la calle este sábado en Francia para mostrar su rechazo al auge lepenista, con más de 200 manifestaciones simultáneas por todo el país que han sido convocadas por los sindicatos, asociaciones y todo el arco de la izquierda francesa. Con estas marchas de protesta han querido mostrar su rechazo a la victoria electoral de la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen en las recientes elecciones europeas. También han querido escenificar así una imagen de unidad de cara a las inminentes elecciones legislativas anticipadas, para las cuales las principales izquierdas del país se han agrupado en un Frente Popular con el que plantar cara a la extrema derecha lepenista —a quienes las encuestas todavía sitúan como primera fuerza— y evitar así que puedan llegar al poder.

En París, la manifestación ha contado con unas 75.000 personas, según la policía —mientras que el sindicato CGT lo cifra en 250.000—. Ha salido hacia las 14.30 de la plaza de la República en dirección hacia la plaza de la Nación. Las autoridades han señalado que antes de que empezara el desfile en la capital, hasta las 13.00 locales (11.00 GMT) se habían contabilizado unas 50.000 personas en el resto de Francia. Los servicios de información de las fuerzas policiales, que han desplegado 21.000 agentes por toda Francia para garantizar la orden durante las protestas, habían calculado que podrían participar hasta 350.000 manifestantes en todo el país.

Manifestación en París contra el auge lepenista / EFE

"Tenemos que evitar esta catástrofe organizada por Emmanuel Macron y Marine Le Pen", ha subrayado Sophie Binet, secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT), uno de los cinco sindicatos que han convocado la movilización. Binet, que ha participado en la cabecera de la marcha parisina, ha expresado su esperanza porque "desde el lunes observamos una fuerte dinámica de unión", en alusión al Frente Popular que conforman La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, principal partido de izquierdas ahora mismo a la Asamblea Nacional, el Partido Socialista (PS) de expresidentes como François Mitterrand o François Hollande, los Ecologistas-Verdes y el Partido Comunista (PCF).

Los principales responsables políticos han ido por detrás, y entre ellos el actual líder de los socialistas, Olivier Faure, que ha insistido en el mensaje de mantener la unidad "hasta la victoria" en unos comicios que se desarrollarán a dos vueltas el 30 de junio y el 7 de julio. Faure ha subrayado que "solo hay una fuerza que puede hacer frente a la Agrupación Nacional, y esta fuerza es el Frente Popular", porque los sondeos —ha señalado— auguran el "hundimiento" del Renacimiento (RE) del presidente Emmanuel Macron.

Sophie Binet, secretaria general de la CGT, en la manifestación de París / EFE

Macron decidió convocar elecciones legislativas anticipadas el domingo pasado, ante los resultados de las europeas, en las cuales su partido obtuvo únicamente un 14,6% de los votos y sufrió una contundente derrota ante Le Pen, que consiguió el 31,4% de los sufragios. Los sondeos que se han realizado después preludian una nueva victoria —con más del 30% de los votos— del partido de Le Pen, que aspira a conseguir el Gobierno y quiere que el primer ministro sea el presidente del partido, Jordan Bardella. En segunda posición iría el Frente Popular con entre el 25 y el 28% de los votos. Los de Macron quedarían relegados al tercer lugar con menos del 20%.

Mensaje de unidad para las legislativas

Esta jornada para intentar movilizar al electorado y mostrar unidad llega en un contexto en el cual han surgido las primeras fricciones en el seno del recientemente creado Frente Popular, al saberse que los 'insumisos' han excluido de investidura a cinco de sus diputados salientes que se habían significado por sus encontronazos con el líder y fundador del partido, Jean-Luc Mélenchon. A su vez, esta formación ha investido de nuevo al diputado Adrien Quatennens, uno de los lugartenientes de Mélenchon, que en el 2022 fue condenado a cuatro meses de prisión por pegar a su mujer. Todo eso ha suscitado críticas de algunos miembros de LFI y de otros responsables de la coalición de izquierdas.

Manifestación en París contra el auge de la extrema derecha / EFE

En paralelo, este sábado el expresidente francés (2012-2017) y exlíder de los socialistas François Hollande ha anunciado se presentará a las elecciones en nombre de su partido como candidato a un escaño de diputado en el departamento de Corrèze, que fue un feudo electoral suyo. Hollande, que el jueves ya dio su apoyo a la constitución del Frente Popular, desde Corrèze esta tarde ha explicado que lo hace porque considera que "la situación es grave" porque "nunca la extrema derecha ha estado tan cerca" de llegar al poder desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El anuncio también ha levantado polvareda, en tanto que Hollande es una figura muy criticada por sectores de la izquierda por los recortes durante su mandato y por sus postulados a menudo conservadores.