El cuerpo del ex primer ministro de Japón Shinzo Abe ha llegado a Tokio esta madrugada. El atentado contra el exmandatario japonés ha conmocionado la población japonesa, en un país donde la violencia armada es prácticamente inexistente. Por todo el Estado las personas se han congregado para hacer ofrendas florales en memoria del ex primer ministro. Abe ha sido asesinado en un mitin en Nara en plena campaña electoral para las próximas elecciones en la cámara alta japonesa. A pesar del magnicidio que ha vivido el país, el actual primer ministro Fumio Kishida, miembro del Partido Liberal Democrático (PDL) como Abe, mantiene la cita electoral.

La escena de la muerte de Abe, las afueras de la estación de Yamato-Saidaiji en Nara, ha ocurrido un punto de encuentro para los ciudadanos japoneses que quieren honrar la memoria del ex primer ministro conservador. Allí se ha instalado un altar en que varias personas se han acercado para mostrar sus respetos, entregar flores y rogar. Otros simpatizantes de Abe se han desplazado a la oficina que tenía en la localidad de Shimonoseki, en la prefectura de Yamaguchi, su distrito electoral. En Tokio, algunos ciudadanos han esperado la llegada del coche que transportaba los restos del exmandatario, donde también se encontraba su viuda.

Un grupo de ciudadanos japoneses se concentran en el altar dispuesto en el lugar en que ha sido asesinado Shinzo Abe. Foto: Rodrigo Reyes Marin / Europa Press

Mientras parte de la sociedad japonesa continúa en choque por los acontecimientos del pasado viernes, la política nipona se prepara para continuar con las elecciones a la cámara alta del país. Abe estaba haciendo campaña por el PDL, partido en el gobierno y mayoría en esta cámara, justo cuando fue tiroteado. El partido partía con ventaja en estos comicios, una ventaja que se espera que se vea magnificado por el atentado contra el ex primer ministro.

Tetsuya Yamagina, el asesino confeso de Shinzo Abe

En el mismo lugar|sitio de los hechos, la policía japonesa detuvo a un hombre de 41 años, ex miembro de la marina nipona y en paro como sospechoso, conocido como Tetsuya Yamagina. El hombre ha confesado a la policía que fue él quién disparó con una escopeta hecha por él mismo contra el ex primer ministro. ¿Los motivos? Según informa el NHK, Yamagina estaba convencido de que Abe formaba parte de un grupo religioso en el cual está en contra. "El sospechoso ha confesado que ha cometido el ataque porque tenía resentimiento contra una organización específica de la que creía que Abe formaba parte", ha de alzado la policía, que ha evitado entrar en más detalles sobre esta supuesta organización.

En cambio, sí que se ha dado a conocer más detalles de los planes del asesino, quien hacía tiempo que tenía a Abe en su punto de mira. En un principio su plan no era disparar al ex primer ministro, sino que pensaba en hacer un explosivo. "Originalmente, tenía la intención de hacer un explosivo y matarlo. Hice muchas armas y las completé hace unos meses", habría declarado Yamagina, según la televisión pública japonesa.

Además, el culpable habría reconocido que hacía tiempo que seguía los movimientos de Abe. Sin ir más lejos, ha explicado a la policía: "He sido a otros mítines para matar el antiguo primer ministro. También fui al lugar|sitio del discurso en Okayama el día antes". Por eso, la policía sospecha que hacía tiempo que buscaba una oportunidad para poder disparar a Abe.