Javier Milei ha asumido este domingo la presidencia de Argentina. "Juro por Dios y por la patria sobre estos santos evangelios desarrollar con lealtad y patriotismo el cargo de presidente de la nación argentina", ha afirmado en el Congreso de la Nación, en Buenos Aires. Posteriormente, Milei ha recibido la banda y el bastón presidenciales de manos del presidente saliente, Alberto Fernández, que le ha deseado "suerte". También ha jurado el cargo con la misma fórmula la vicepresidenta, Victoria Villarruel, que no ha recibido la felicitación de su predecesora, la vicepresidenta Cristina Fernández, que se ha retirado con rapidez del hemiciclo.
Después de la jura, el mandatario ultraliberal ha pronunciado un discurso desde las escalinatas del Congreso antecentenares de miles de seguidores, rompiendo con la tradición en el país —habitualmente el discurso se pronuncia desde el interior del Congreso— e imitando la estética de los Estados Unidos. "Empieza una nueva era, damos por acabada una larga y triste historia de decadencia y declive y empezamos el camino de la reconstrucción", ha afirmado el nuevo presidente al inicio de su parlamento, que ha dedicado en buena parte a criticar "la herencia" recibida del anterior gobierno, especialmente en materia económica, y ha reivindicado "la libertad" como única solución a los problemas que sufre el país.
Milei lamentó que Argentina se haya empobrecido a lo largo de las últimas décadas, y haya pasado de ser "el faro de Occidente" a principios del siglo XX a estar "en la ruina", a su juicio, por el fracaso del modelo de gobierno impuesto. Así, haciendo gala de la excentricidad que le caracteriza, ha comparado la caída del muro de Berlín con las últimas elecciones argentinas como dos acontecimientos que marcan el fin de una época.
Milei: "No hay alternativa al ajuste fiscal y al shock"
El nuevo presidente repasó los diversos indicadores económicos, como el déficit fiscal, la deuda, los niveles de pobreza y de indigencia en el país, y especialmente la inflación, del 15.000 % anual, que afirmó que "luchará con uñas y dientes" para erradicar. En este sentido, defendió la necesidad de un ajuste fiscal y el fin de la emisión monetaria del Banco Central como medidas imprescindibles.
Milei ha defendido la necesidad de impulsar estas medidas de forma inmediata, de apostar por el "choque" en vez del "gradualismo", argumentando que "para hacer gradualismo es necesaria financiación" que el país no tiene. El dirigente reconoció que las medidas tendrán un "impacto negativo en la actividad, el empleo, los salarios y la pobreza" y que provocará estanflación, pero ha prometido que será "el último mal trago" para "iniciar la reconstrucción de Argentina".