Después de aprobar el uso de misiles americanos de largo alcance en territorio ruso, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aprobado el suministro de minas terrestres antipersona a Ucrania, según informan funcionarios de su Administración a varios medios estadounidenses, entre ellos el diario The Washington Post. Estados Unidos espera que Ucrania utilice las minas en su propio territorio y se ha comprometido a no usarlas en zonas pobladas por civiles, según ha dicho una fuente que ha pedido no ser identificada al citado diario americano, el primer medio en informar sobre este nuevo apoyo de Biden a Ucrania en su guerra contra la invasión rusa. La guerra empezó en febrero de 2022 y este martes ha cumplido 1.000 días en medio de una escalada.

Este nuevo paso bélico conocido hoy miércoles es controvertido, ya que más de 160 países han firmado un tratado internacional —el Tratado de Ottawa de 1997, que Estados Unidos no han firmado— que prohíbe el uso de minas antipersona, un tipo de armamento indiscriminado que puede causar daños irreparables o fatales también a civiles. Sin embargo, tal como señala el Washington Post, el gobierno de Volodímir Zelenski las ha buscado desde que Rusia invadió Ucrania en 2022. Las fuerzas rusas, por su parte, han desplegado minas terrestres antipersona en las líneas del frente, para impedir que Ucrania avance en su intento de recuperar su propio territorio.

De hecho, casi una cuarta parte de Ucrania está sembrada de minas antipersona, lo que la convierte en uno de los lugares más minados del mundo, según explicó a principio de semana el Consejo de Seguridad la subsecretaria general de la ONU para Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo, en una sesión con motivo de los mil días de guerra. Según el último estudio de la Campaña Internacional para la Prohibición de las Minas Antipersona, el año pasado hubo 580 víctimas de este armamento solo en Ucrania —1.498 fallecidos o heridos en todo el mundo, el 84% no militares—.

"No persistentes": se desactivan en días o semanas

Con todo, las fuentes consultadas por el diario americano precisa que el tipo de mina terrestre antipersona que se entregará a Ucrania es “no persistente”, lo que significa que los artefactos se autodestruyen o pierden la carga de la batería y quedan inactivas en cuestión de días o semanas, lo que reduce el peligro para los civiles. El funcionario ha detallado también que los responsables políticos ucranianos se han comprometido a no desplegar las minas en zonas densamente pobladas, pero, indica el diario, los expertos en control de armas afirman que incluso las minas no persistentes plantean un peligro para la seguridad.

“Rusia está atacando las líneas ucranianas en el este con oleadas de tropas, sin importar las bajas que estén sufriendo. Por lo tanto, es obvio que los ucranianos están sufriendo pérdidas y más pueblos y ciudades corren el riesgo de caer. Estas minas se fabricaron específicamente para combatir exactamente esto”, ha detallado una de las fuentes. “Cuando se utilizan en conjunto con las otras municiones que ya estamos proporcionando a Ucrania, la intención es que contribuyan a una defensa más eficaz”, añade.

Después de aprobar el uso de misiles de largo alcance

Biden, que entregará el poder en enero al presidente electo, Donald Trump, ha autorizado recientemente también a Kiev el uso de misiles de largo alcance ATACMS contra territorio ruso, una nueva escalada de la guerra. El nuevo mandatario que ocupará la Casa Blanca al haber ganado con un amplio apoyo las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, el republicano Trump, es partidario de una solución rápida al conflicto mediante concesiones por parte de Ucrania. Trump, de hecho, ha sido señalado también por su buena relación con el presidente ruso, Vladímir Putin, y por sus críticas al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a quien ha tildado de "el mayor vendedor" por los paquetes de ayuda militar y económica que le ha entregado Estados Unidos, contra los que se ha pronunciado, en el marco de su política de "América primero".  Ante el nuevo apoyo militar de Estados Unidos a Ucrania y la evidente escalada que supone el uso de misiles de largo alcance contra Rusia, el Kremlin ha acusado a Joe Biden de "echar leña al fuego" en el conflicto.