El candidato demócrata Joe Biden ha anunciado este domingo que se retira de la carrera por la presidencia de Estados Unidos, tras la presión recibida en las últimas semanas. "A pesar de que mi intención ha sido buscar la reelección, creo que lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y me concentre únicamente en cumplir mis funciones como presidente durante el resto de mi mandato", ha expuesto Biden en un comunicado difundido a través de las redes sociales. El presidente estadounidense, que había perdido el apoyo, incluso, de Barack Obama, ha asegurado en el escrito que a lo largo de esta semana se dirigirá a los ciudadanos para dar "más detalles" sobre su decisión.

Una de las favoritas para sustituir a Biden en la carrera electoral del próximo 5 de noviembre es la vicepresidenta Kamala Harris, a quien el presidente estadounidense ha dado las gracias por ser "una socia extraordinaria en todo el trabajo". Posteriormente, Biden ha mostrado su explícito apoyo hacia Harris como nueva candidata demócrata. "Mi primera decisión como candidato del partido en el año 2020 fue escoger a Kamala Harris como vicepresidenta, y ha sido la mejor decisión que he tomado. Hoy quiero ofrecer mi apoyo total para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año".

En el comunicado, Biden ha aprovechado para señalar que "durante los últimos tres años y medio" de mandato demócrata se ha "avanzado mucho como nación". En esta línea, ha enumerado varias medidas "históricas" aprobadas, como reducir los costes de los medicamentos con receta para las personas mayores, aprobar la primera ley de seguridad de armas de los últimos 30 años o nombrar a la primera mujer afroamericana en el Tribunal Supremo.

Biden, de 81 años, ha anunciado de este modo su retirada de la carrera a la Casa Blanca, tras semanas de duda, a raíz de su actuación en el primer debate contra Donald Trump. Decenas de dirigentes de su formación se han desmarcado del presidente en los últimos días, incrementando la presión para renunciar. Hasta ahora, Biden se había mantenido firme e, incluso, el pasado viernes ratificó que proseguiría su campaña electoral cuando se hubiera recuperado de la covid, que le ha obligado a confinarse en su domicilio de Delaware. Sea como fuere, la falta de apoyos han precipitado su decisión y, a pesar de que no dimite como presidente, abandonará finalmente su lucha directa contra Trump.