El todavía presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha comparecido este jueves para dar un mensaje de aceptación oficial de la derrota demócrata y de conciliación con Donald Trump y los republicanos. Después de aceptar el resultado y explicar que llamó a Trump para felicitarlo y garantizar una transición "pacifíca", ha asegurado: "No puedes amar a tu país solo cuando ganas, no puedes amar a tu vecino solo si estás de acuerdo con él".

Biden ha pedido "bajar la temperatura del clima político y aceptar la elección" de los votantes. "Estaremos bien. Necesitamos seguir conectados. Estoy muy orgulloso de todos vosotros", ha dicho Biden, que ha cerrado su discurso dando gracias a Dios, "Dios bendiga America".

"Hablé con el presidente electo Donald Trump y lo felicité por la victoria. Y le garanticé una transferencia de poder pacífica", ha explicado Biden, que ha defendido un sistema electoral "honesto, justo y transparente". "Tenemos que confiar en él también cuando perdemos", ha añadido en un discurso muy similar al de Kamala Harris este miércoles.

Lo único que derrotó a Trump

De Joe Biden siempre se podrá decir que fue el único que ganó a Donald Trump en unas elecciones, y es justamente eso lo que lo hizo querer seguir como candidato en las elecciones de este año a pesar de la presión interna para hacer elecciones primarias ante su deterioro por la edad.

Este jueves, de hecho, son diversos los analistas y publicaciones que critican que Biden tendría que haber renunciado antes (lo hizo el mes de agosto) a fin de que se celebraran elecciones primarias para elegir al mejor candidato demócrata.

Durante su gobierno, Joe Biden consiguió acabar de sacar los Estados Unidos de la crisis de la covid, a pesar de que algunos votantes lo que recuerdan es cómo Trump les hizo transferencias de dinero durante los peores días, y ha mantenido unos buenos números económicos con crecimiento del PIB constante y suficiente. A pesar de las cifras de empleo han aflojado en los últimos meses, el balance general es positivo y el paro todavía es residual.

Ahora bien, estos años han sido también los de la inflación en Estados Unidos y, a pesar de que ha sido un fenómeno mundial, los estadounidenses la han pagado muy cara y los votantes han comprado el marco de Trump de culpar Biden por este problema y sus promesas de solucionarlo. Son muchos los ciudadanos que han tenido que encontrar un segundo trabajo para llegar a final de mes después de que los precios subieran un 9,5% en 2022, después de la invasión de Putin a Ucrania. Aunque los precios después se han estabilizado con la política de subida de tipo de interés de la Fed, que ha llevado la inflación al 2,4% en septiembre, el acumulado era ya demasiado para los trabajadores.

En la política internacional, Trump ha defendido una menor vinculación de los Estados Unidos con la OTAN, que han hecho que Ucrania dependa mucho de la potencia mundial para defenderse de los ataques de Rusia. Además, los votantes contrarios a los bombardeos de Israel en Palestina han castigado al demócrata para mantener el envío de dinero y armas en el país presidido por Benjamin Netanyahu. El republicano ha expresado siempre su complicidad con 'Bibi', pero al mismo tiempo ha prometido paz en Oriente Medio cuando se enderezaba a los musulmanes y árabes del país, que como mínimo no lo pueden culpar de los últimos bombardeos.