El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha vuelto a encender las alarmas sobre su estado de salud a raíz de su comportamiento durante su última aparición pública. El líder de los Demócratas ha asistido este martes al Juneteenth, una celebración que conmemora el fin de la esclavitud en los EE.UU., y se ha quedado totalmente congelado durante un minuto. Las imágenes del presidente han corrido como la pólvora y pronto se han viralizado en internet. En ellas se ve Biden, de 81 años, completamente paralizado y con la mirada perdida en medio del ambiente festivo. Su posado sorprende todavía más si se compara con el del resto de políticos que lo acompañan, que bailan de manera distendida al ritmo de la música. A su lado hay la suya número dos, Kamala Harris, bailando y aplaudiendo al cantante de góspel Kirk Franklin, que está encima del escenario. Desde que llegó a la Casa Blanca su edad ha generado debate y algunos consideran que es demasiado grande para ocupar el cargo de presidente. Joe Biden aspira a ser reelegido presidente de los EE.UU. en los comicios de noviembre. El candidato republicano al que se enfrenta es Donald Trump, que cumplirá 78 años esta semana.

En el vídeo se puede ver como el hermano de George Floyd, Philonise Floyd, al darse cuenta de la situación en qué se encuentra Biden, intenta hacer reaccionar al presidente. Como está a su lado, le pasa el brazo por detrás y se lo coloca encima del hombro, dándole unos golpecitos. Después de unos instantes, el presidente de los EE.UU. reacciona, levanta la mirada y corresponde con un choque de puños.

Biden, sentado durante la mayor parte del acto

El presidente de los Estados Unidos estuvo sentado la mayor parte de la celebración. Biden siguió los conciertos desde la silla a diferencia de otros asistentes, que se levantaban y se movían. Además, según el The Daily Mail, el demócrata tuvo momentos de incoherencia durante su discurso.

¿Demasiado grande para la Casa Blanca?

La Casa Blanca, por su parte, ha defendido en numerosas ocasiones la capacidad del presidente de cumplir con los deberes que le exige el cargo. Pero sus actuaciones en público no siempre acompañan esta versión. En un puñado de ocasiones desde que ocupa el cargo se le ha visto disperso y desorientado, situaciones que la oposición no ha dudado a utilizar para cargar contra él.