El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson ha vuelto a encender los ánimos de los independentistas escoceses después de calificar de "desastre" la autonomía de Escocia. El líder conservador ha generado polémica con su intervención en una reunión virtual con diputados "tories" este martes. Además de utilizar la palabra "desastre" para referirse a la autonomía, Johnson ha calificado la 'devolution' de Blair como el "mayor error" del político laborista.
El ministro británico de Comunidades, Robert Jenrick, ha intentado restar importancia a la controversia diciendo que el primer ministro siempre ha dado apoyo a la descentralización, pero que "está muy preocupado por el aumento del nacionalismo y el separatismo de los que buscan romper a Reino Unido".
'The devolution'
La 'devolution' fue un proceso de finales de los años 90 de descentralización en Inglaterra, promovido por el gobierno de Tony Blair. Se acordó la devolución de poderes de Westminster a las otras naciones del territorio -Gales, Irlanda del Norte y Escòcia- mediante unos estatutos y la creación de Asambleas y Parlamentos.
El hecho de que Johnson califique a este proceso político como un error mayor, ha hecho reaccionar a todos los nacionalistas escoceses, incluso a no independentistas.
La reacción del SNP
La primera ministra escocesa y líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP), Nicola Sturgeon ha vuelto a reivindicar la independencia de la región con el objetivo de "proteger y fortalecer" el Parlamento de Edimburgo. En referencia a eso, ha tuiteado en Twitter que "vale la pena señalar estos comentarios del primer ministro para una otra vez que los 'tories' digan que no son una amenaza para los poderes de Parlamento escocés o, más increíble, que dan apoyo los poderes autonómicos".
En la línea de Sturgeon, el representante del SNP en la Cámara de los Comunes, Ian Blackford, ha publicado en la misma red social que la mejor manera de acabar con la actitud del primer ministro es con la independencia.
Reacción de los laboristas
Los reproches en Johnson también han llegado desde la oposición laborista, el portavoz en Escocia, Ian Murray, ha señalado que la descentralización es uno de los éxitos de los cuales su formación está más "orgullosa" y que la opinión de Johnson confirma que no cree en la autonomía. "Este Gobierno tendría que haber trabajado en colaboración con los gobiernos autonómicos durante la crisis de la pandemia. En cambio, el pueblo del Reino Unido ha pagado el precio de sus fracasos", ha declarado Murray.
Elecciones en el parlamento escocés 2021
El enfrentamiento con los nacionalistas se produce a seis meses de las elecciones a Parlamento de Edimburgo que se celebrarán en mayo de 2021. De momento, el SNP se perfila como favorito. El partido tiene actualmente 61 escaños en el parlamento autonómico, formado por 129 asientos. Los conservadores quedan en segundo lugar con 31 y los laboristas con 23, mientras que el resto de escaños están repartidos entre otras formaciones políticas.
De cara a estos comicios, los nacionalistas volverán a hacer campaña a favor de un segundo plebiscito, después de que en el primero, celebrado el 18 de septiembre de 2014, los escoceses rechazaron la independencia, con un 55,3% en contra y un 44,7% a favor.
No obstante, el Brexit ha dado un nuevo impulso a las aspiraciones nacionalistas, después de que Escocia votara a favor de la permanencia de país en la Unión Europea (UE).
Las críticas contra el primer ministro llegaron también d'Anas Sarwar, "número dos" laborista en Escocia, al afirmar que "Boris Johnson es el desastre, no la descentralización. La verdad es que él es la amenaza mayor para el Reino Unido". "En medio de una pandemia, cuando la vida y los apoyos de la gente están en riesgo, el gobierno central y escocés se tendrían que concentrar al unir a la gente para salir de esta crisis", ha dicho Sarwar.