El personal de Neuralink, la empresa de chips cerebrales del hombre más rico del mundo, Elon Musk, ha forzado una investigación federal por posible violación del bienestar animal en la empresa. Según relatan desde dentro de la compañía, las pruebas en animales se están volviendo cada vez más frecuentes y causando sufrimiento y muertes innecesarias, avanza Reuters. Todo llega pocos días después de que el magnate tecnológico sudafricano anunciara que dentro de 6 meses tendrían a punto el primer implante para el cerebro destinado a mejorar la movilidad de las personas paralizadas o que sufran alguna anomalía neurológica. Precisamente, los testimonios recopilados por la justicia norteamericana hablan de la presión que dicen sentir para avanzar rápidamente en el desarrollo del producto y denuncian que ha tenido como consecuencia muchos experimentos fallidos.
Neuralink sacrifica 1.500 ovejas, cerdos y monos
El inspector del Departamento de Agricultura de los EE. UU. investiga los documentos y comunicaciones de Neuralink por supuestas violaciones de la Ley del Bienestar Animal en las pruebas a las cuales los trabajadores se han opuesto. Según ha trascendido este martes a la prensa internacional, la empresa neurotecnológica habría sacrificado desde el 2018 1.500 animales, que incluyen más de 280 ovejas, cerdos, ratas, ratones y monos, aunque la cifra total no se puede saber con seguridad. El problema para Elon Musk, sin embargo, es si los sacrificios se están haciendo de manera justificada y se ajustan a la ley de protección de los animales. Según el testimonio de algunos científicos que trabajan, la cantidad de muertes habría subido con relación a la celeridad que se les exige para lanzar el chip cerebral. Además, hablan de la proliferación de "errores humanos" que obligan a repetir las pruebas y fuerzan el sacrificio de animales que se podían haber evitado por la "olla a presión" en la que dicen que les hacen trabajar.
El primer chip cerebral, en 6 meses
Elon Musk no es conocido para cumplir sus promesas. Esta vez, aseguró que Neuralink puede estar lista para realizar implantes cerebrales en seres humanos en el plazo de seis meses. El proceso -dijo Musk- se encuentra avanzado en cuanto a los permisos necesarios por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), que regula todo tipo de artefactos médicos en el mercado. Hasta el momento, la FDA se ha preocupado por el posible sobrecalentamiento del implante (que incluye microcables en el tejido cerebral), porque podrían traducirse en la huida de elementos químicos desde el implante hacia la masa cerebral, detalló Musk en la sesión de preguntas. La función del implante será la de "leer" la actividad cerebral para poder transmitir órdenes que ayuden a restaurar algunas funciones cerebrales gravemente dañadas después de un infarto o una esclerosis lateral amiotrófica, que derivan en graves daños en la capacidad comunicativa. El implante tendrá el tamaño de una moneda y su instalación requerirá extraer un volumen similar del cerebro, hecho que lo diferencia de otros artefactos probados por empresas neurológicas, que han propuesto aparatos parecidos sin una intervención tan invasiva, según recuerda la agencia Bloomberg.