La justicia de Polonia ha prorrogado de nuevo la prisión provisional del periodista vasco Pablo González, detenido desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania. Tal como ha informado a Europa Press la Asociación #FreePabloGonzález, el tribunal de apelaciones de Rzeszów ha rechazado este martes las alegaciones presentadas por la defensa para revocar el encarcelamiento. "Hoy el tribunal ha considerado las denuncias presentadas por dos de los tres abogados que representan a Pablo González ante la justicia polaca y ha confirmado la decisión sobre la prórroga de la prisión preventiva hasta el 23 de febrero del 2023", ha dicho a Efe el juez Zygmunt Dudziński.
La apelación fue presentada después de que el tribunal regional de Przemyśl decidiera prorrogar por tercera vez la detención del periodista, el pasado 24 de noviembre — coincidiendo con la visita de su pareja, Oihana Goiriena. Ahora, las expectativas de su entorno están puestas en el próximo 23 de febrero. Es cuando se celebre otra vista con motivo del cumplimiento de un año de detención y encarcelamiento de González. El portavoz de la asociación, Juan Texeira, ha dicho que mantienen "la esperanza" de que pueda ser puesto en libertad. Pero también ha reconocido que es "complicado", por mor de la dinámica que mantiene la justicia polaca: prolongar la prisión provisional sin presentar pruebas concretas sobre el supuesto "espionaje" del cual se le acusa.
Sin pruebas contra González
"Ahora, al cumplirse un año, en teoría tienen que presentar pruebas más concluyentes para que pueda seguir en la prisión. Solo nos queda esperar a ver cuál es el siguiente movimiento de la Fiscalía y la justicia polaca", ha precisado Texeira. Ha añadido que las comunicaciones por escrito con González llegan tarde y son "breves", pero suficientes para demostrar que el periodista se encuentra bien. "Está muy delgado y me imagino que tiene sus momentos de crisis, pero en general mantiene la fuerza porque tiene ganas de demostrar su inocencia y volver lo antes posible", ha subrayado.
González está en prisión preventiva desde que fue detenido el 28 de febrero del 2022 en Przemyśl por los Servicios de Seguridad Interior (ABW, en polaco), el servicio polaco de contraespionaje. Los ABW lo acusaron de utilizar su estatus de periodista para viajar libremente por Europa y las zonas de conflicto militar con el objetivo de espiar para el servicio ruso de inteligencia militar (GRU). Según el Código Penal de Polonia, trabajar para los servicios secretos de otro país puede estar penado con hasta 10 años de prisión. Hay que recordar que en ningún momento se han aportado pruebas sobre este supuesto espionaje.
La atención de instituciones internacionales
En Przemyśl, González cubría la crisis de refugiados desatada por la invasión rusa de Ucrania. Su pareja está segura de que la detención se produjo para tener doble nacionalidad (española y rusa). Y es que el periodista nació en Moscú y es nieto de unos de los conocidos como "niños de la guerra", evacuados en la Unión Soviética durante la Guerra Civil Española (1936-1939). Su nombre de nacimiento fue Pavel Rubtsov, pero su madre se lo cambió cuando se divorció del padre y se trasladaron al País Vasco.
Hasta noviembre, González tan solo ha recibido una breve visita de su pareja y lo han retenido bajo estrictas normas que restringen las comunicaciones con cartas dirigidas a la familia. Su caso ha recibido la atención de muchas instituciones internacionales, hasta el punto que Reporteros Sin Fronteras (RSF) pidió en noviembre a la justicia polaca y a la fiscalía general que no solicitaran más prórrogas de la prisión del periodista. Pero los jueces han ido directamente y han decidido ahora prorrogarla hasta finales de febrero, como mínimo.