El Tribunal Supremo Federal de Suiza ha ratificado las restricciones a la mendicidad impuestas en la ciudad de Basilea en 2021. La ciudad del noroeste de Suiza impuso una prohibición parcial contra la mendicidad en determinadas zonas, en concreto, cerca de estaciones de transporte público o de comercios, bancos, restaurantes, instituciones culturales, edificios oficiales y parques infantiles. La imposición de estas restricciones generó un fuerte debate y varias ONG, lideradas por Juristas Demócratas de Suiza (DJS), presentaron un recurso para reclamar que se revisara una norma que consideraban que vulneraba los derechos fundamentales. La corte suprema ha admitido parcialmente este recurso, dado que ha considerado que la prohibición de pedir en los parques públicos es "desproporcionada", pero no ha visto vulneración de los derechos en el resto de supuestos.
En Basilea, ciudad próxima a la frontera con Francia y Alemania, un gobierno liderado por la izquierda levantó una prohibición total contra la mendicidad en 2019, al considerar que atentaba contra los derechos humanos. Pero el levantamiento de este veto provocó la llegada de muchos pedigüeños de la Europa del Este, hecho que llevó el lado a reintroducir la prohibición dos años después, el otoño del 2021. En esta ocasión, sin embargo, no se hizo una prohibición total porque, en enero de ese año, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos se pronunció contra una norma similar en el cantón de Ginebra, que desde el 2008 prohibía la mendicidad. El TEDH condenó a Suiza por haber encarcelado a una mujer gitana que no podía pagar las multas que le habían impuesto para mendigar en la calle, al considerar que la norma había vulnerado su dignidad humana.
Aparte de las restricciones específicas de los lugares donde no se puede pedir dinero, la ley actual de Basilea prohíbe la mendicidad organizada y aquella que se hace de forma intrusiva o agresiva. También sanciona el uso de métodos engañosos, como fingir una discapacidad, enviar otros a mendigar o el uso de menores. Aunque el tribunal de Lausana ha avalado la prohibición de la mendicidad en la mayoría de supuestos, ha reconocido que las personas con pocos recursos económicos a menudo no pueden hacer frente a una multa y que eso puede conducir a la privación de la libertad. Por eso, establece que teniendo en cuenta la vulnerabilidad de estas personas, cuando ejerzan la mendicidad de forma pasiva, la multa será de 50 francos como máximo, una medida que se impondrá después de haber advertido y haber tomado otras medidas para asegurarse de que cumplen la ley.
La mendicidad se sanciona en varios lados suizos, especialmente en la parte francófona del país.