El 16 de septiembre hará 50 años del asesinato del cantautor Víctor Jara. El de Jara fue uno más de los millares de asesinatos infames perpetrados por la dictadura d'Augusto Pinochet (1973-1990), pero al mismo tiempo se convirtió en una de las barbaries que definieron, nacional e internacionalmente, el sangrante gobierno de los golpistas. Sin embargo, como pasa a menudo en las dictaduras por todo el mundo, incluso los asesinatos de personas destacadas quedan sin rendir cuentas. Durante cinco décadas este ha sido el caso del secuestro y homicidio del cantautor, hasta que ahora, el Tribunal Supremo de Chile ha dictado sentencia definitiva en su caso, confirmando la condena a 25 años de prisión contra siete exmilitares.
La Segunda Sala del tribunal ha señalado en una sentencia unánime que los condenados (ahora retirados) son responsables de los delitos de secuestro y homicidio del cantautor y del director de prisiones Littré Quiroga Carvajal. A dos semanas de la conmemoración del 50º aniversario del golpe de Estado, el Supremo ha ratificado así la sentencia recurrida de la Corte de Apelaciones de Santiago, descartando cualquier error en la condena, según dice un comunicado de prensa del organismo judicial.
Los condenados son Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana y Hernán Chacón Soto, que tendrán que hacer 15 años y un día de prisión en calidad de autores de los homicidios, y diez años y un día para los secuestros. En total, 25 años. Además, Rolando Melo Silva tendrá que cumplir cinco años y un día por haber encubierto los homicidios, y tres años y un día, por haber escondido los secuestros, según recoge Europa Press.
Una sentencia sin margen a la duda
Los acusados habían puesto en duda el relato de los hechos del secuestro y asesinato de Jara, pero el Supremo chileno no ha dejado ningún tipo de duda en la sentencia: "Los hechos reseñados (...) son reales, desde que pasaron en determinado lugar y tiempo y están probados, acreditados legalmente a través de los medios probatorios".
"La Corte, además de referirse a la cuestión procesal, tiene la delicadeza de explicar los casos y los hechos (...) Las sentencias judiciales tienen un rol reparador cuando no solo se condena a los culpables y también se explican las historias de las víctimas", ha reivindicado el ministro de Justicia, Luis Cordero después de conocer la sentencia. El de Jara, militante del partido comunista y colaborador del Gobierno de la Unidad Popular del expresidente socialista Salvador Allende (1970-1973), era uno de los casos más relevantes que la Justicia chilena tenía pendiente de cerrar.