La vicepresidenta de los EE.UU. y candidata demócrata, Kamala Harris vuelve a recortar distancias con el candidato republicano Donald Trump, en uno de los estados claves para el magnate, Florida. Según una encuesta publicada este miércoles por la Florida Atlantic University, Harris ha reducido a la mitad la ventaja que Trump traía en junio a su entonces contrincante, el presidente Joe Biden.

El junio pasado, Trump tenía una ventaja de 6 puntos (49%-43%) sobre Biden, quien el pasado 21 de julio renunció a presentarse a la reelección y señaló como su sucesora en Harris. Ahora el expresidente solo aventaja a la candidata demócrata con tres puntos porcentuales (50%-47%) entre los posibles votantes, mientras que 2% de los votantes consultados se mantiene indeciso y el 1% que ha dicho votaría por un tercer candidato. Los expertos apuntan que la reducción de la brecha coincide con la reducción de la distancia que hemos visto en otros estados que su clave, como Wisconsin, Pensilvània y Michigan, donde Harris ya está por delante de Trump en las encuestas. Si esta tendencia se mantiene, es posible que también veamos una carrera competitiva a Florida.

La candidatura demócrata ha pasado a la ofensiva desde que Kamala Harris relevó a Joe Biden. Los demócratas han aumentado la inversión publicitaria, y han anunciado una nueva compra de espacios para anuncios electorales por valor de 90 millones de dólares para lo que queda de agosto. El grueso de estos anuncios se destinarán a estados como Michigan, Wisconsin o Pensilvània, donde la candidatura de Harris va al alza, pero también en estados que Trump da por ganados como Ohio. El candidato republicano redujo la inversión de campaña en algunos de estos estados, en vistas que cuando su rival era Biden, la victoria era mucho más clara.

Con la igualdad que ha comportado la entrada de Harris a la carrera presidencial, los dos candidatos ya se preparan para el que será el primer debate cara a cara. Trump acordó con Biden dos debates delante de las cámaras: uno en la cadena CNN, que tuvo lugar el pasado 27 de junio en Atlanta, y otro en la cadena ABC el 10 de septiembre. El magnate parece que se desdice de lo dicho, y ya hace unos días que, entre los ataques a la vicepresidenta, no quiere concretar una fecha y anunció su intención de cambiarlo a su televisión afín, la Fox News. Finalmente, al fin y al cabo, ha quedado en nada y ya está confirmado que los dos presidenciables debatirán el día 10, a l'ABC.