La vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, ha conseguido pocas horas después de la renuncia de Joe Biden el apoyo de suficientes delegados para garantizar su nombramiento como candidata a las elecciones presidenciales de noviembre del partido Demócrata. Así lo adelantó explicado el congresista de California Robert Garcia a través de las redes sociales y, posteriormente, la misma Harris lo confirmó declarando: "Estoy orgullosa de haber obtenido el amplio apoyo necesario para convertirme en la nominada de nuestro partido y, como hija de California, estoy orgullosa de que la delegación de mi estado natal ayudó". De esta manera, el Partido Demócrata esquivaría una lucha cainita en la próxima Convención Nacional, donde se confirmaría a Harris como candidata de forma oficial.
"California acaba de votar unánimemente para nominar Kamala Harris para presidenta. ¡Nuestros delegados han puesto a la vicepresidenta por encima del número requerido que necesita para ser nuestra nominada para la convención!", ha avanzado a Twitter (X) Garcia. Por su parte, Harris ha afirmado que espera aceptar el nombramiento formalmente "pronto", hecho que probablemente sucede a la Convención demócrata, la cual estaba pensada para finalizar el proceso de primarias con Biden al frente.
La vicepresidenta, que anunció la candidatura el domingo después de la retirada de la carrera de Biden, ya es la candidata favorita de los demócratas después de haber recibido el apoyo del mandatario, la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y todos los gobernadores demócratas del país -algunos de los cuales sonaban como posibles candidatos-.
¿Harris se ha quedado sin competencia?
Si bien, todo apunta que Harris es la preferida y ya contaría con una mayoría de delegados, todavía le puede salir competencia (por|para pocas probabilidades de ganar que tenga). Se podrían presentar otros candidatos si consiguen las firmas de nombramiento de al menos 300 delegados, sin que más de una sexta parte venga de un solo estado.
Mientras tanto, si el nombramiento se produce al principio de agosto, la Convención demócrata, que se celebrará el 19 de aquel mes en Chicago, será una función puramente ceremonial y una oportunidad televisiva para la formación política.