Kazajistán hace tiempo que se mira la guerra de Ucrania de reojo. De momento, el país no reconoce los territorios anexionados de Ucrania por parte del presidente ruso, Vladímir Putin. Y al fin y al cabo, tiene una explicación bastante clara. Si Rusia empieza a anexionarse territorios de Ucrania, Kazajistán podría preocuparse por los territorios del norte del país, de mayoría rusa. En este sentido, algunas cosas empiezan a cambiar. En Kazajistán se habla ruso, sobre todo en las comunidades eslavas del país. El pasado 24 de febrero, el día que Rusia inició la invasión de Ucrania, alguna cosa cambió.
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Los cambios serán lentos, porque el ruso tiene una fuerte presencia en el país. Tanto el kazajo como el ruso, son idiomas oficiales en el país. La fundación Friedrich-Ebert-Stiftung, un grupo de investigación alemán, hizo una encuesta a 1.600 personas el año 2020. Los datos constatan que el 35,1% de los encuestados hablaba kazajo en casa, mientras que el 30,5% lo hacían en ruso. El 25,8% manifestó que utilizaba los dos idiomas. A pesar de todo, desde febrero el portal Qazaq Grammar, un proyecto que intenta popularizar el idioma en Instagram, ha sumado más de 5.000 suscriptores, tal como constata el portal Eurasianet.
"Cuando empezó la invasión rusa, empecé a notar varias publicaciones, tuits, historias [de Instagram] de jóvenes sobre como este era el momento de empezar a escribir y hablar solo a kazajo, o al menos empezar a estudiarlo", detallaba Nursultan Bagidolla, uno de los creadores de la iniciativa Gramàtica Qazaq, en el portal Mediazona. "Al principio era molesto y ofensivo que el motivo de este interés a kazajo fuera la guerra. Pero visto con perspectiva, la guerra ha tenido un efecto de despertar a la autoconciencia nacional kazaka".
Y es qué ahora, cualquier decisión de la vida diaria, parece tener alguna cosa que ver con la guerra que Rusia está llevando a cabo en Ucrania. Estos pasos, sin embargo, no están exentos de críticas. Los que optan por potenciar el kazajo reciben comentarios negativos y son acusados, a menudo, de traición al mundo ruso.
Kazajistán actualiza la doctrina militar en plena guerra en Ucrania
Cada decisión habla por sí sola. A pesar de las alianzas y amistades entre Kazajistán y Rusia, el primero busca, en cierta manera, protegerse del segundo. Precisamente por este motivo, Kazajistán ha adoptado una doctrina militar renovada, cuyo contenido parece recoger la ansiedad provocada por la invasión rusa de Ucrania. El foco de preocupación es que el norte del país, que hace frontera con Rusia, es de mayoría rusófona. Como dato curioso, la frontera terrestre entre ambos países, es la segunda frontera internacional más larga del mundo, después de la del Canadá y los Estados Unidos. Tiene una longitud total de 6.846 kilómetros.
🗣️ Kazajistán actualiza la doctrina militar y mira Rusia de reojo
Los cambios de esta nueva doctrina fueron anunciados por cautela y sin demasiado eco. Lo hizo el mismo Ministerio de Defensa el pasado 24 de octubre y fueron aprobados por el presidente del país, Kassym-Jomart Tokayev. Estos planes habrían sido diseñados para "responder adecuadamente a las nuevas amenazas y riesgos".
La doctrina no describe solo temas armamentísticos y de carácter militar, sino que también destaca como un peligro el uso de la información difundida a través de los medios de comunicación. No se sabe si es una referencia implícita al hecho que Rusia ha estado particularmente activa en el uso de la propaganda, sea por canales oficiales o bien a través de las redes sociales. En este sentido, se destaca la necesidad de proteger las fronteras de la nación, y equipar, sobre todo, las fuerzas fronterizas y de aviación con "armamento moderno y equipamiento militar".
Nervios por las elecciones en Kazajistán el próximo 20 de noviembre
El 20 de noviembre hay una cita importante en Kazajistán. El país celebra unas elecciones que no serán normales y que hace semanas y meses que tienen la etiqueta de especiales. Básicamente, porque serán las primeras elecciones celebradas con toda la 'normalidad' posible desde 1999. Aunque la fecha se considera especial, todo hace pensar que aunque habrá varios nombres sobre la mesa, solo habrá una opción real y que la palabra 'normalidad' quedará relegada a un lado. El actual presidente del país Kassym-Jomart Tokayev, ha sido nominado por unanimidad por el principal partido Amanat para participar en las elecciones presidenciales anticipadas que el mismo Tokayev convocó el mes pasado. Las elecciones se esperan para el 20 de noviembre, casi dos años antes, y se esperan elecciones parlamentarias a principios del 2023.
🗣️ Kazajistán y unas elecciones sin competencia: ¿cuál es la opción real?
Los candidatos presidenciales a Kazajistán tienen que ser nominados por una organización registrada oficialmente como un partido político. En este sentido, hay pocos espacios para sorpresas. De los tres partidos políticos actualmente representados en la cámara baja del parlamento, todos han dado apoyo a Tokayev. Amanat, que tiene 76 escaños, se conocía hasta hace relativamente poco como Nur-Otan, fundado por Nursultan Nazarbayev –presidente del país desde 1990 en el 2019– el año 1999. También se conocía simplemente como Otan, destaca la publicación The Diplomat. Desde su fundación, ha sido el vehículo político del presidente de Kazajistán, primero de Nazarbayev y ahora de Tokayev. Tokayev impulsó el cambio de nombre el mes de marzo y después renunció oficialmente como líder. Todo parece apuntar que Tokayev será el nuevo presidente del país sin demasiadas dudas.
Sin demasiadas esperanzas de cambio
Tokayev podría actuar como Nazarbayev, aunque cuando llegó al poder había una mínima esperanza de cambio. Ahora, sin embargo, el mandatario kazako ha visto una reforma potencialmente importante: la extensión del mandato presidencial de cinco a siete años y la introducción de un límite de mandato único. La misma publicación pone de manifiesto que Tokayev no cuenta su mandato actual, y que, por lo tanto, se postula nuevamente para presidente. Una vez sea reelegido podría quedarse al poder hasta el 2029. Después de este periodo, en principio, no sería elegible para postularse para unas nuevas elecciones, pero está claro que también podría cambiarlas.
Imagen principal: Astaná, capital de Kazajistán, renombrada hace unos años en Nursultán / Flickr