Kazajistán podría ser el nuevo turismo de sol y playa. Dicho así, suena extraño, porque precisamente cuando se piensa en turismo de sol y playa no viene exactamente a la cabeza Kazajistán. A pesar de eso, este verano, con el panorama actual de la guerra en Ucrania y las sanciones para Rusia en marcha del mundo Occidental, las cosas podrían cambiar. Los operadores turísticos están promocionando viajes a Kazajistán para los rusos que, este año, no podrán llegar a sus destinos habituales a consecuencia de las sanciones. Según recoge el portal Eurasianet, Kazajistán se convertirá en la nueva Turquía, según las agencias de viajes rusas. Kazajistán tiene una pequeña salida al mar, el Caspio. Y la ciudad de Akhtau, ofrece las famosas estancias del 'tot incluido' que entusiasma a los operadores, que lo ven como la posibilidad para no perder las temporadas estivales de este año.
Hasta ahora, este tipo de turismo por las costas de este país de la Asia Central, no se había ofrecido todavía a los rusos. Pero la guerra en Ucrania ha cambiado el panorama en todos los sentidos. Todavía hay muchos quieres que van hasta Turquía, pero es cierto que hay bastantes estados miembros de la Unión Europea que ya no emiten visados para ciudadanos rusos. Por lo tanto, aquellos que quieran tomar el sol en el Mediterráneo lo tendrán más complicado. Y así es, precisamente, donde Kazajistán quiere sacar la jefe. La intención es aprovechar el momento y venderse como el destino perfecto para unas vacaciones ideales. El clima es cálido y hay sol. De hecho, según Google, los datos meteorológicos lo avalan. Los meses de julio y agosto, las temperaturas pueden llegar, por término medio, a los 30 grados, mientras que las mínimas son de 21 o 20 grados. En estos dos meses, no hay, por término medio, días de lluvia. Y para facilitar todavía más las cosas, vuelo directo desde de Akhtau en Moscú con la compañía rusa Aeroflot. Según el portal Eurasianet, la compañía volvió a poner en marcha vuelos al Kazajistán en abril, después de suspender todos los vuelos internacionales, exceptuando Bielorrusia.
Lo que no cuadra tanto para los rusos, quizás, es el precio. Y es que una semana del famoso 'muy incluido' en el mes de mayo –donde las temperaturas no son tan estivales con 23 grados de máxima y 14 de mínima– puede llegar a costar unos 180.000 rublos, es decir, unos 2.360 euros. En Turquía, según destaca la misma publicación, podría costar unos dos tercios de este precio. Hay que esperar a ver cómo acabará evolucionando la cosa, pero todo parece indicar, que los rusos tendrán que explorar nuevos destinos este año si quieren hacer vacaciones y adaptarse a los precios.
Turismo en Kazajistán
Kazajistán es un destino bastante desconocido e inexplorado. Si bien es cierto que ahora se intenta vender a los rusos un oasis en este país para captar público de sol y playa, no es lo mismo que se encuentra si se hace una búsqueda en Google en catalán o castellano, donde lo que se promueve es naturaleza viva, ciudades de enormes avenidas como Astaná –o ahora renombrada como Nursultán- o Almaty, desiertos, lagos y montañas que tocan el cielo.