La guerra en Ucrania ha hecho reaparecer muchos fantasmas del pasado. Después de más de nueve meses de guerra, nadie se esperaba que el ejército ucraniano ofreciera tanta resistencia. Ni el Kremlin pensaba que la guerra rápida que tenía en la cabeza, pudiera convertirse en una guerra tan larga y de trincheras. El presidente ruso, Vladímir Putin, ya ha manifestado en un discurso que seguirá destrozando la red eléctrica del país. Ajeno a las críticas, de momento, por haber dejado a millones de personas sin electricidad ni agua al principio del invierno. El líder ruso, sin embargo, ha presentado estos ataques como una respuesta a la explosión al puente de Moscú que conectaba Rusia con Crimea. En este sentido, ha acusado también Kyiv de hacer saltar por los aires líneas eléctricas cerca de la planta nuclear de Kursk y no suministrar agua a Donetsk, en el este de Ucrania.

 

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Con este panorama a la vista, los ucranianos, incansablemente, no paran de hacer esfuerzos por salir adelante. Y es que los esfuerzos de Putin por cargarse la red eléctrica del país y dejarlo a oscuras era algo que nadie se esperaba. "Nunca esperamos que intentaran destruir la infraestructura civil de nuestras ciudades. Es genocida. Es terrorismo". Así lo ponía de manifiesto el alcalde de Kyiv, Vitali Klitchkó. En una conversación con el The Guardian, confesaba que "quieren congelar la población civil. Quieren matarnos. Quieren tener una Ucrania sin ucranianos". La máxima autoridad de la capital ucraniana destacaba que el ejército hace caer misiles que Rusia dispara contra Kyiv. Hace dos semanas, estuvimos cerca de un apagón total. Entonces la temperatura estaba por encima del punto de congelación, pero imagina si la misma situación se produjera ahora, cuando la temperatura fuera está cerca de los 10 grados bajo cero y sin electricidad, agua o calefacción. Las consecuencias serían desastrosas". "En aquel ataque, casi toda la ciudad se quedó sin luz. Durante las siguientes 12 horas estuvimos trabajando día y noche para recuperar la energía", constataba.

La nueva palabra que utilizan los ucranianos: 'Kholodomor'

De esta manera, la ciudad de Kyiv intenta hacer frente y combatir los apagones y los cortes de luz continuados. El Ministerio de Salud ya ha pedido esta semana suspender las cirugías planificadas. Es decir, que solo continúen adelante con aquellas que no puedan desprogramarse. La situación es crítica. Y es que 10 millones de ucranianos viven ahora sin electricidad. Unos datos que podrían aumentar si Rusia sigue bombardeando estas infraestructuras. Hans Kluge, director regional de la OMS en Europa, dijo hace unos días que la mitad de la infraestructura eléctrica del país habría sido dañada o destruida por los recientes ataques con misiles rusos.

La oscuridad de Kyiv abraza diferentes personas que caminan por las calles de la capital / Efe

En la capital, 45 estaciones de metro continuarán abiertas como refugios y proporcionarán una carga para teléfonos, internet y también consejos para vivir un apagón y cortes de luz prolongados. "Es para lo peor de los casos", explicaba Klitchkó. "Necesitamos decirle a la gente lo que tienen que hacer si la situación se vuelve crítica y no tienen internet ni conexión a los medios de comunicación".

Algunos ucranianos ya han optado por utilizar la burzhuika, la tradicional estufa de metal tradicional. En la región de Jersón hace semanas que Ucrania inició la evacuación porque las autoridades no pueden ofrecer suministros a la población para pasar el invierno. Los que se resisten a abandonar Jersón ya ha empezado a recolectar madera. Una tarea nada sencilla en un país ya castigado por los meses de guerra. Se ha pedido a los ciudadanos que no vayan a los bosques sin previo aviso porque las tropas rusas podrían haber dejado minas, cables trampa y proyectiles sin explotar. Pero, claro está, en un contexto de guerra hay cosas incontrolables. El precio de la leña se ha disparado y algunos, a falta de recursos económicos, no tienen más remedio que correr el riesgo. Se tiene que escoger entre las minas y el frío.

En este contexto de frío y oscuridad, los ucranianos ya tienen una palabra por lo que Rusia les está haciendo: Kholodomor (muerte masiva por congelación). Un juego de palabras que recuerda a Holodomor, el acrónimo utilizado para describir el hambre provocada por Joseph Stalin en Ucrania que mató millones de personas a principios de la década de 1930.

Voluntarios reparten ayuda humanitaria a Járkov / Efe

Ucrania tiene la palabra Holodomor clavada en la retina

Holodomor, también conocido como genocidio ucraniano, fue una de las fatalidades más importantes que ha vivido Ucrania, a consecuencia del hambre que afectó Ucrania y otras regiones de la URSS. Todo, en el contexto de la colectivización de la tierra que impulsó la misma Unión Soviética durante los años 1932 y 1933, según constatan Davies y Wheatcroft en el libro The Years of Hunger: Soviet Agriculture, 1931-1933. Si es o no es un genocidio, todavía está bajo estudio, a pesar de todo, algunos expertos constatan que fue impulsado por Stalin, entonces líder de la URSS, para eliminar movimientos independentistas ucranianos. Otros, como recoge un archivo de la BBC, simplemente constatan que fue una consecuencia el proceso de industrialización.

Hay que resaltar que Ucrania era uno de los estados productores de cereales mayores de la URSS y estaba sujeto a cuotas de cereales excesivamente más elevadas, en comparación con el resto del país, tal como recoge la publicación The Crisis of Collectivisation: Socialist Development and the Peasantry. Precisamente por este motivo, se cree Ucrania fue especialmente afectada y perjudicada por el hambre, tal como recoge el artículo The Transformation of the Soviet Agriculture.

 

Imagen principal: una persona camina por delante de un edificio destrozado a la ciudad ucraniana de Mariúpol / Efe