Cada 31 de diciembre, la pirotecnia se convierte en el protagonista por toda Alemania. El país da la bienvenida al nuevo año con el lanzamiento de petardos, fuegos artificiales y 'Kugelbomben', las bombas pirotécnicas que han encendido el debate sobre esta tradición entre la clase política. La capital, Berlín, ha sido el principal escenario del uso ilegal de estos productos la noche de Fin de Año y los mandatarios de la ciudad han manifestado este jueves su deseo de aplicar medidas de control más estrictas ante una costumbre, que, este año, ha causado al menos cinco muertos y decenas de heridos en el país. El alcalde y miembro de la CDU, Kai Wegner, ha declarado a la cadena de televisión local RBB que "la importación de las Kugelbomben, que están prohibidas en Alemania, solo se puede evitar con controles fronterizos más estrictos".

Sobre el papel, son los profesionales especializados los responsables de encender y lanzar las 'Kugelbomben', a causa de su peligrosidad y complejidad. Pero los últimos años la policía alemana ha visto cómo el uso de estas bombas pirotécnicas se ha extendido entre los particulares, los cuales las compran en el extranjero. La Asociación de la Industria Pirotécnica (VPI) estima que la venta de estos productos genera alrededor de 180 millones de euros los días previos a la última noche del año.

El uso de petardos de todo tipo es una tradición en el país centroeuropeo, pero la popularización de las 'Kugelbomben' entre aquellos que no son expertos ha resultado en al menos cinco muertos y centenares de heridos en la última noche de Fin de Año, según el primer balance de las autoridades alemanas, publicado este miércoles. El portavoz de la policía berlinesa, Florian Nath, ha revelado que unas 400 personas fueron detenidas en la capital y treinta agentes resultaron heridos, una de gravedad por un fuego artificial fabricado ilegalmente. La tendencia preocupa los políticos porque las cifras crecen año tras año, haciendo de una tradición un peligro para la ciudadanía.

En este sentido, el responsable de Interior en el parlamento regional de Berlín, Burkard Dregger, ha secundado las palabras de su colega democristiano, el alcalde Wegner, y ha pedido "controles fronterizos más duros" ante el uso de estas "bombas pirotécnicas". La cuestión ha conseguido poner de acuerdo el gobierno y la oposición de la capital, ya que Los Verdes han expresado su rechazo al uso de las 'Kugelbomben'. El ecologista Vasili Franco ha llegado a pedir la prohibición general de petardos y fuegos artificiales. "Los explosivos tienen que estar en manos de profesionales y no de borrachos" ha dicho, para añadir que "no hay más remedio que prohibir la venta de fuegos artificiales y aumentar las zonas de prohibición" ha manifestado Franco en la red social X.

Entre las víctimas mortales, que se encuentran entre los 20 y los 50 años, destacan los casos de dos hombres de la región de Sajonia, los cuales han muerto por graves heridas en la cabeza después de prender fuego a dos 'Kugelbomben'. También el caso de Kremen, en los alrededores de Berlín, donde una persona ha muerto por la "manipulación inadecuada" de material pirotécnico, ha señalado a la policía local.