La carrera entre Marine Le Pen y Éric Zemmour para conquistar a los votantes de ultraderecha ha llevado a la líder de Reagrupamiento Nacional hasta el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) del Pertús (Vallespir). Desde este municipio de la Catalunya Nord, Le Pen ha explicado su política "disuasiva" de la inmigración ante las próximas elecciones presidenciales. Así, y delante del viraje generalizado de la política francesa hacia la derecha y la competición del nuevo ultra preferido, Le Pen ha defendido este domingo "una política extremadamente firme y no poner nuestro sistema de protección social a personas que están en nuestro territorio contra nuestra voluntad".
Le Pen o Zemmour
La irrupción de la ultraderecha al panorama político siempre acaba por trastocar el resto de formaciones. En el caso de Francia, dos versiones de extremismo compiten ferozmente en estos momentos para alcanzar la presidencia. Hoy por hoy, Zemmour amenaza con 'reconquistar' los votos de Reagrupamiento Nacional, según prevén las encuestas. Pero para Le Pen, el éxito del nuevo candidato son fake news: "Solamente dice mentiras. Todo sobre él es falso. El número de miembros que muestra, el de activistas activos en las redes sociales [...] todo está mal, todo es falso". Así lo ha asegurado a la prensa este domingo desde el Pertús.
Je me suis rendue ce matin au poste-frontière de #Perthus, avec @louis_aliot et @JPGarraud.
— Marine Le Pen (@MLP_officiel) January 9, 2022
En 2021, les forces de l’ordre ont interpellé 13 000 personnes qui tentaient d’entrer illégalement sur notre territoire. Cette pression migratoire n’est plus supportable ! pic.twitter.com/NQUDDPeyTx
¿Quién es más ultra?
La candidata ultraderechista también ha avanzado una de sus principales propuestas electorales en este terreno, la organización de un referéndum para que el control de las entradas de migrantes y las expulsiones sean un principio constitucional que no puedan invalidar ni las reglas europeas ni los tratados internacionales. Además, ha asegurado que si gana los comicios presidenciales de abril, contratará 7.000 policías y gendarmes, de los cuales "un número significativo se dedicará a la protección de nuestras fronteras". Minutos antes, la candidata ha lamentado que el actual gobierno francés "gaste tanto dinero y tanta energía" en la inmigración. Aparte de eso, Le Pen ha subido la apuesta y ha advertido que los países que no acepten acoger los suyos nacionales expulsados por Francia no recibirán ningún visado.
La presencia de Le Pen en la Catalunya Nord no es ninguna sorpresa. El mismo alcalde de Perpinyà es de su partido y ha asistido hoy a su acto. Por otra parte, la deriva hacia la derecha de la política francesa tampoco es ninguna novedad: el actual presidente Emmanuel Macron ya visitó este mismo CIE en noviembre de 2020 para anunciar un reforzamiento de los controles fronterizos con otros países de Schengen, como España, para "limitar la entrada de inmigrantes ilegales y luchar contra el terrorismo", un pretexto que su gobierno también ha utilizado para cerrar fronteras con Catalunya. Incluso el socialista Manuel Valls se adentró en una controversia para proponer que los prohíban los matrimonios mixtos entre ciudadanos franceses y extranjeros.