El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, António Guterres, ha advertido este martes en Rusia que será "imposible" que se apodere del control de toda Ucrania y ha sugerido en Moscú que detenga los ataques y negocie la paz. Guterres ha destacado que hay un "progreso diplomático" en varios asuntos clave del conflicto que tienen que ser "suficientes" para que se declare ahora mismo un cese de las hostilidades y se adelante a una negociación "sería". "Esta guerra no se puede ganar. Antes o después, tendrá que moverse el campo de batalla a la mesa de la paz. Eso es inevitable", ha argumentado la cabeza de las Naciones Unidas, que también ha criticado que los ucranianos están viviendo un "infierno". En este sentido, el secretario general de la ONU ha lamentado los bombardeos sistemáticos que "atemorizan a los civiles", también los ataques contra hospitales, escuelas, viviendas y refugios.
"Desde hace más de dos semanas Mariúpol ha sido rodeada por el Ejército ruso y bombardeada sin descanso. ¿Para qué? Incluso si Mariúpol cae, Ucrania no puede conquistarse ciudad en ciudad, calle en calle, casa en casa. El único resultado de todo eso es más sufrimiento, más destrucción y más horror," señaló. Guterres, que no aceptó preguntas, se mostró muy contundente en sus críticas en Rusia durante sus declaraciones de hoy, las más duras desde que arrancó el conflicto, refiriéndose al movimiento de Moscú como una "invasión masiva" de un territorio soberano en violación de la Carta de la ONU. "Continuar la guerra en Ucrania es moralmente inaceptable, políticamente indefendible y un contrasentido militarmente", subrayó al portugués, que recalcó que "es hora de acabar con esta guerra absurda".
Subida de precios
La guerra de Ucrania está disparando la inflación en muchos países occidentales. La gasolina, el gas o la electricidad son algunos de los principales damnificados de este incremento de los precios, pero este efecto también se percibe en el cesto de la compra. El encarecimiento de productos de primera necesidad es un hecho y, por ahora, no tiene traba. Según una simulación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO en inglés), los precios internacionales de los alimentos podrían incrementar desde un 8% hasta un 22%, por encima del coste actual. El informe de la FAO recuerda que tanto Ucrania como Rusia son los principales exportadores de trigo, colza o aceite de girasol, de manera que su falta de suministro tendrá repercusión en que otros países puedan proveer estos productos este año y el próximo, pero eso hará que los precios crezcan de una manera muy pronunciada.
Además, el estudio también pone el foco en el hecho de que muchos países que se encuentran en vías de desarrollo dependen de Ucrania y Rusia para disponer de trigo o aceite. En este sentido, auguran que eso puede impactar de una manera muy negativa porque el número total de personas malnutridas en el mundo podría aumentar entre 8 y 13 millones" entre el 2022 y 2023, especialmente en la región de Asia-Pacífico, el África subsahariana o el norte de África. Desde el punto de vista logístico, la organización también alerta de los riesgos que se derivan del conflicto bélico, como es la afectación o destrucción que están sufriendo algunas de las principales vías de transporte terrestres, aéreas y marítimas de Ucrania.