La primera jornada de la cumbre de la OTAN en Madrid ha servido para presentar el nuevo Concepto Estratégico de la alianza militar delante del mundo, con el claro objetivo de vigilar de bien a cerca de Rusia, que en estos momentos supone la "amenaza más directa" para occidente, y también los "desafíos" de la China por sus "intereses, seguridad y valores". Se trata de un documento esencial para el funcionamiento de la alianza, lo más importante después del mismo tratado, que dicta los pasos a seguir en el futuro. Los nuevos retos a los cuales se enfrenta la alianza en medio de una guerra en Europa, ha explicado en rueda de prensa el secretario general, Jens Stoltenberg, lo han llevado a adoptar una nueva línea de actuación diferente de la que se ha seguido en los últimos diez años. Entre otras medidas, una de las más relevantes implica el reforzamiento del frente en el este de Europa con más militares que se puedan desplegar con rapidez en el caso de recibir un ataque. Paralelamente, el presidente español Pedro Sánchez ha conseguido incluir sus propios intereses en el concepto estratégico: tras la tragedia de la semana pasada en la frontera de Melilla, el texto reconoce que la "inestabilidad" en el África "afecta directamente" a la seguridad de la alianza.
Blindar el frente este
El nuevo Concepto Estratégico presentado en Madrid reafirma que el objetivo principal de la OTAN es "garantizar la defensa colectiva" de la alianza con un planteamiento de "360º" que busca defenderse en "todos los dominios y direcciones" y en "cada centímetro" del territorio aliado. La organización se marca tres tareas principales: la disuasión y la defensa; la prevención y gestión de crisis; y la seguridad cooperativa. Aunque pretende crear las condiciones por "un mundo sin armas nucleares", la alianza atlántica avisa de que mantendrán sus capacidades nucleares para "preservar la paz, prevenir la coerción y disuadir las agresiones" por parte de terceros. El nuevo concepto estratégico de la OTAN preposicionar equipos, mejorar la cadena de mando y tener previstos refuerzos que podrían desplegarse con rapidez. En línea con el incremento de efectivos en el flanco oriental de Europa por la guerra en Ucrania, la nueva estrategia de la OTAN recoge también la intención de "reforzar" su capacidad de defensa, especialmente apostando por las nuevas tecnologías: "La primacía tecnológica cada vez influencia más el éxito en el campo de batalla", ha apuntado a Stoltenberg.
La OTAN avisa Putin y China
"El área euroatlántica no está en paz", ha declarado Stoltenberg ante los medios, y los aliados no descartan un "ataque" de Rusia contra su "soberanía e integridad territorial". En el documento, acusan al Kremlin de intentar establecer "esferas de influencia y control directo" con "coerción" no solamente en el este de Europa, sino también en el Sur. "Fortaleceremos significativamente la disuasión y la defensa de todos los aliados, mejoraremos nuestra resiliencia contra la coacción rusa y daremos apoyo a nuestros socios para contrarrestar las interferencias y las agresiones malignas", avisan al presidente ruso, Vladímir Putin. Para impulsar a una OTAN más fuerte, se proponen mantener una "presencia sustancial y persistente" de sus efectivos por "tierra, mar y aire". "Garantizaremos una estructura de mando robusta, resiliente e integrada, así como su modernización", añade el texto. Una de las novedades más destacadas de la estrategia atlántica para los próximos diez años es que pone el foco en China. "Las operaciones híbridas y cibernéticas maliciosas de la República Popular China y su retórica de confrontación y desinformación tienen como objetivo los aliados y perjudican la seguridad de la Alianza", concluyen en el texto. Así, la OTAN quiere prepararse mejor para "protegerse de las "tácticas coercitivas" de Pekín para "dividir" la alianza.
Sánchez celebra la protección en la "integridad territorial" y el frente sur
El documento de la OTAN hace referencia, por primera vez, en la zona del Sahel, que considera como "elemento estratégico de interés", y apunta a la amenaza de que puede suponer la "instrumentalización de la inmigración" como herramienta política. Más concretamente, el documento habla del desafío para la seguridad que generan los conflictos, la fragilidad y la inestabilidad al Norte de África y al Sahel. Este reconocimiento llega días después de que al menos una treintena de personas migradas murieran en la frontera entre Marruecos y Melilla en circunstancias que no se han acabado de aclarar y que, según el mismo Sánchez, fueron a cargo de la gendarmería marroquí "en coordinación" con la Guardia Civil española. Es por eso que la inclusión explícita de la defensa de "la soberanía y la integridad territorial de todos los aliados" ha estado tan celebrada por la Moncloa. En el último concepto estratégico, esta cuestión quedaba difuminada en la defensa de la integridad de la alianza, hecho que abría un debate sobre la posibilidad de que Ceuta y Melilla pudieran quedar fuera del ámbito de protección de la OTAN. El ejecutivo español también ha celebrado que el documento dedique tres párrafos a la frontera sur de la OTAN.