La empresa cementera Lafarge Cement se ha declarado culpable ante la justicia de los EE.UU. de haber pagado a la organización terrorista ISIS (Estado Islámico) para evitar que atacara sus intereses en Siria. El objetivo de los pagos era garantizar que una planta suya en aquel país pudiera seguir funcionando. Después de admitir su culpa la multinacional ha accedido a pagar 777,78 millones de dólares (795 millones de euros) declarándose, además, culpable del cargo de conspiración por haber financiado organizaciones terroristas en Siria, incluido Estado Islámico.
Esta financiación se habría producido entre en agosto del 2013 y en octubre del 2014. Desde el 2015 esta compañía pertenece al grupo suizo Holcim. De acuerdo con una resolución del Departamento de Justicia de los EE.UU., Lafarge y su filial en Siria -ya desaparecida-, Lafarge Cement Siria (LCS), facilitaron apoyo financiero a ISIS y ANF. Lo hicieron a través de intermediarios por|para un volumen de 5,92 millones de dólares (6 millones de euros). También abonaron el equivalente a unos 1,1 millones de dólares (1,1 millones de euros) a terceros intermediarios para negociar y hacer pagos en Estado Islámico y ANF en nombre de las dos compañías.
Ganancias millonarias a través de las ventas
Asimismo, cuando LCS evacuó finalmente la planta de cemento de Jabaliya en septiembre de 2014, ISIS se apoderó del cemento que LCS había producido y lo vendió a precios que le habrían supuesto unas ganancias de 3,21 millones de dólares (3,3 millones de euros). Como resultado, LCS obtuvo aproximadamente unos ingresos de unos 70,30 millones de dólares (72 millones de euros) en ingresos totales por|para ventas desde agosto de 2013 hasta el 2014.
"Este caso envía un mensaje claro a todas las empresas, pero especialmente a aquellas que operan en entornos de alto riesgo", ha declarado a la fiscal general adjunto, Lisa O. Monaco, según figura en una nota del Departamento de Justicia de los EE.UU.
Las autoridades norteamericanas han señalado que actualmente en la empresa existen mecanismos efectivos para detectar y prevenir cualquier conducta potencial que tenga que ver con el terrorismo. Ninguna de las conductas sancionadas involucró operaciones o trabajadores de Lafarge en los EE.UU. y ninguno de los ejecutivos que estuvieron involucrados en estos hechos están en la actualidad a la compañía o en alguna entidad afiliada.
Por su parte, Holcim ha manifestado su apoyo al acuerdo alcanzado por Lafarge con la justicia de EEUU para zanjar la investigación sobre la compañía gala y su subsidiaria LCS durante la guerra civil en Siria, antes de que Holcim adquiriera Lafarge.
“Ninguna de las conductas involucró a Holcim, que nunca ha operado en Siria, ni a ninguna operación o empleado de Lafarge en los Estados Unidos, y contrasta marcadamente con todo lo que representa Holcim”, ha subrayado la empresa helvética, añadiendo que el Departamento de Justicia señaló que los ejecutivos de Lafarge y LCS involucrados en la conducta “se la ocultaron a Holcim antes y después de que adquiriera Lafarge, así como a los auditores externos”.
De este modo, Holcim afirma que, cuando se enteró de las acusaciones a través de los informes de los medios en 2016, llevó a cabo de manera proactiva y voluntaria una extensa investigación, divulgando en 2017 los principales hallazgos.