Escocia escogerá su nuevo Parlamento este jueves, en unas elecciones en que el Partido Nacional Escocés (SNP) busca la mayoría absoluta como mandato para un nuevo referéndum de independencia. El singular sistema electoral y el retorno a la política del exministro Alex Salmond marcarán los comicios, que parece que apuntan a una clara victoria independentista.

Más de cuatro millones de personas podrán votar y las encuestas sugieren que el SNP está muy cerca de la mayoría absoluta. Según un sondeo de The Sunday Times, el bloque de partidos proindependentistas —el Nacionalista Escocés (SNP), los Verdes y Alba— pueden ganar 79 de los 129 escaños. Lo mismo augura el barómetro Savanta ComRes, que calcula que sólo el SNP en solitario ya conseguiría 71 diputados.

Otros escenarios

Según las encuestas de YouGov, el SNP de Sturgeon obtendría un 49% del voto a las circunscripciones y un 39% a las listas de partido. Es decir, podría alcanzar 67 diputados, que le garantizarían la mayoría y mejorar resultados con respecto al 2016 (63 diputados). El intento de Salmond para dar una alternativa al independentismo escocés quedaría en un fracaso según las encuestas, que le dan en torno a un 3% del voto de partido. Un resultado insuficiente para entrar en Holyrood.

Tories y laboristas se mantienen muy cerca en la disputa para ser los líderes de la oposición. Los conservadores van ligeramente por delante con un apoyo del 21% en los dos votos que les darían 25 escaños. En cambio, los laboristas tienen menos fuerza en las listas de partido y se quedarían con 21 escaños, según las encuestas.

En la actualidad, el SNP es el partido dominante con 61 escaños, después de catorce años al poder, y gobierna en minoría, en colaboración necesaria con los verdes. Aunque algunas encuestas no les dan la mayoría absoluta, lo que parece claro es que repetirán y ampliarán victoria. La gran duda, pues, es si el Partido Nacional Escocés (SNP) tendrá mayoría solo o si necesitará apoyos.

Dos estrategias independentistas

Una de las principales variables en estos nuevos comicios es la gran división en fuerzas políticas, escindidas entre pro-unionistas (Partido Conservador, Laborista y Liberal-Demócrata) y pro-independentistas (SNP, Partido Verde y la nueva formación Alba).

Imagen: Alex Salmond / ACN

Entre los independentistas, las diferencias se basan en los métodos propuestos para conseguir su fin: Alex Salmond, que le disputa la hegemonía al SNP, cree que "el movimiento nacional en Escocia es mayor que un único partido" y busca una mayoría parlamentaria plural. La formación de Nicola Sturgeon, en cambio, aspira a ser la única voz independentista, tratando de aprovechar deliberadamente el sistema electoral para hacerse con todo el espacio parlamentario.

Un sistema electoral complicado

Los comicios se celebran con un sistema de voto mixto. Una primera lista escoge a un único parlamentario por circunscripción, mientras que una segunda lista asigna asientos parlamentarios adicionales con un método proporcional y penaliza al partido más votado en el primer reparto.

Así pues, se calcula que Sturgeon necesita cerca del 50% de los votos en las circunscripciones. Si no, dependerá de un buen resultado en el voto regional, donde Salmond espera tener más votos.

El margen de maniobra es estrecho: 73 de los 129 representantes son escogidos por voto directo, y diez de estos escaños se decidieron en las elecciones de 2016 por una escasa diferencia de votos del 4%.

Segundo referéndum

Esta vez, Escocia ya tiene a punto la propuesta de ley para su segunda consulta de independencia.

El ministro de Asuntos Constitucionales del gobierno escocés y presidente del Partido Nacional Escocés (SNP por sus siglas en inglés), Michael Russell, firmó el pasado 22 de marzo el proyecto de ley que permitirá a Escocia celebrar el segundo referéndum de independencia.

"El Gobierno escocés cree que el pueblo de Escocia tiene derecho a decidir cómo se recupera de la pandemia y qué tipo de país desean construir después de la crisis. El gobierno cree que tendría que haber un referéndum de independencia en el próximo periodo legislativo del Parlamento escocés una vez que haya acabado la crisis de salud pública por la Covid-19," explicó el ministro en el documento donde se publica la pregunta, la papeleta y la posible fecha del referéndum.