El presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Mike Johnson, ha presentado este miércoles un proyecto de ley para que los lavabos del edificio del Capitolio sean utilizados según el sexo biológico. Es la primera piedra que los legisladores republicanos han tirado a Sarah McBride pocas semanas después de ser elegida como la primera miembro transgénero del Congreso.
La representante republicana de Carolina del Sur, Nancy Mace, presentó este lunes una resolución con el fin de prohibir que las mujeres trans hicieran uso de los baños de mujeres. Mace argumenta que "permitir a hombres biológicos entrar en instalaciones para un solo sexo, como baños y vestuarios diseñados para mujeres, pone en peligro la seguridad y la dignidad de los miembros, funcionarios y empleados de la Cámara de Representantes que son mujeres". Pocas horas más tarde Mike Johnson se negaba a responder a una rueda de prensa si McBride era un hombre o una mujer, pero, finalmente, ha dado luz verde a la resolución de Mace.
Otras figuras del partido republicano han sido más duras, como la representante por Georgia, Marjorie Taylor Greene: "Es un hombre biológico y no tendría que usar ninguno de nuestros baños en el Capitolio, y menos en nuestros edificios de oficinas. La resolución de Nancy Mace no es suficiente", ha declarado.
La primera mujer trans en llegar al Congreso de los Estados Unidos
Así pues, sin que todavía haya prestado juramento (se hará en enero del 2025), Sarah McBride ha estado en el punto de mira del ala más radical y conservadora del partido republicano, liderado por Donald Trump. La futura congresista demócrata será la primera mujer trans en el Congreso de los Estados Unidos después de derrotar en el estado de Delaware al candidato republicano John Whalen III. Previamente a ser escogida para el Senado de Delaware en el 2021, convirtiéndose así en la primera persona trans a ocupar el cargo de senadora estatal en el país. McBride centró su campaña electoral en cuestiones económicas, como la protección de los sindicatos, la mejora de la atención sanitaria y jardines de infancia asequibles.
La reacción se McBride ante esta resolución ha sido la de quitarle importancia. A través de la red social X, ha declarado que es "un intento flagrante de los radicales de extrema derecha de distraer la atención del hecho de que no tienen soluciones reales porque enfrentan a los norteamericanos". La demócrata también ha señalado que los políticos tendrían que centrarse en tareas como "reducir el coste de la vivienda, la atención médica y el cuidado infantil, no a crear guerras culturales".
Los derechos de los transexuales se han convertido en un grito de guerra para los políticos conservadores norteamericanos que pretenden hacer retroceder la protección de las personas LGBTI. Delante de eso, los demócratas han criticado la iniciativa republicana. Su líder del Senado, Chuck Schumer, ha descrito el proyecto como una iniciativa "mezquina y cruel".