La Autoridad Civil Libanesa de Aviación (LCAA, en inglés) ha prohibido transportar buscapersonas y walkie-talkies a los vuelos que salen y llegan al aeropuerto de Rafic en el Hariri, en Beirut. La medida implantada este jueves a raíz de los ataques del pasado martes y miércoles estará vigente "hasta nueva orden", según informó en un comunicado la LCAA. Por otra parte, el comunicado también ha especificado que, en caso de que se detecten estos dispositivos durante los controles de seguridad, "las autoridades competentes del aeropuerto confiscarán los aparatos". Hasta el momento, las explosiones de los dispositivos de Hizbulá de estos dispositivos han dejado a un total de 32 muertos y más de 3.000 heridos. Si bien el ataque ponía en el punto de mira a los milicianos chiíes, han sido víctimas varios civiles.
Hizbulá ha señalado al estado de Israel, el cual no ha reconocido oficialmente la autoría de las explosiones en el Líbano, cosa habitual en estos casos, pero el grupo libanés ya ha avisado de que tomará represalias. El grupo chií no ha detallado todavía cómo serán estas represalias, pero se espera saber más en el discurso del líder de Hizbulá, Hasan Nasrallah, previsto para este jueves.
¿De dónde salen los dispositivos que han explotado?
En los últimos años, la milicia chií libanesa ha abandonado los teléfonos inteligentes y los ha sustituido por buscapersonas y walkie-talkies, que son más sencillos y seguros contra los ciberataques. Sin embargo, en el momento de hacer esta transición hacia los nuevos dispositivos, la milicia empezó a comprar, hecho que fue detectado por los servicios de inteligencia israelíes. Según informa The New York Times, el Mosad decidió vender estos dispositivos directamente a la milicia.
Para poder vender los buscapersonas y walkie-talkies preparados para explotar cuando las autoridades israelíes lo desearan, un grupo de espías se trasladó a Hungría, donde fundaron una empresa fantasma: BAC Consulting. Desde fuera, parece una empresa normal con una cartera de clientes construida por el Mosad para que pareciera cuanto más auténtica mejor. Según informa el diario norteamericano, se introdujeron entre 3 y 20 gramos de explosivos en unos 5.000 dispositivos y los envió a Beirut.
Sin embargo, el Mosad no habría fabricado personalmente los dispositivos. Con respecto a los buscapersonas en un primer momento, una empresa taiwanesa se vio implicada. Se trata de Gold Apollo, empresa que se ha apresurado a negar que los dispositivos con explosivos los hubieran fabricado ellos. La compañía taiwanesa ha afirmado que vendieron la licencia del producto en BAC Consulting para que lo fabricaran.
Con respecto a los walkie-talkies, una empresa nipona entra en escena. Varias publicaciones en las redes sociales donde se muestran los walkies que han explotado y se apunta que podrían ser de la compañía japonesa Icom. La misma empresa ha declarado este jueves que no puede confirmar que sus walkies formaran parte del ataque, ya que podrían ser falsificaciones. Lo que sí han remarcado es que hace diez años que no fabrican el modelo que habría explotado.