Alice Weidel, líder del partido de extrema derecha Alternativa por Alemania (AfD), ha ocupado muchas de las portadas de la prensa internacional desde el momento en que Elon Musk decidió darle su apoyo para las elecciones en el país centroeuropeo, las cuales se celebrarán el próximo 23 de febrero. El impulso de la ultraderecha alemana por parte del magnate ha incluido la conversación con Weidel este jueves en un espacio de la red social X. Al inicio del coloquio había más de 200.000 oyentes, los cuales han sido testigos de las dificultades de Musk para pronunciar el nombre de la candidata y han escuchado afirmaciones como que "Hitler era comunista". Weigel ha empezado su intervención disparando contra Angela Merkel, a quien ha descrito como la "primera canciller verde" y la ha acusado de haber "arruinado" Alemania. La economista ha combinado los ataques a un "gobierno ridículo" con los elogios a Alemania, "un gran país". Los expertos esperaban esta estrategia, la cual busca posicionar a AfD como el partido más próximo a los ciudadanos.

Weidel también ha expresado una serie de proclamas en contra del sistema educativo del país porque tiene un "rendimiento muy pobre". La economista ha acusado a las escuelas de solo enseñar "estudios de género". La reacción de Musk ha sido la sorpresa, el magnate pensaba que la educación en Alemania era "bastante buena". Otro de los temas que más han tratado es la inmigración. Weidel ha enumerado lo que cree que ha ido mal en la política migratoria del país. La líder de AfD ha señalado que "siete millones de personas" han venido a Alemania desde el 2015 y ha criticado que los refugiados puedan "tirar el pasaporte" y aún así obtener asilo. Por su parte, Musk ha descrito lo que la economista ha explicado como "una locura". Acto seguido, el magnate ha ofrecido un monólogo sobre los migrantes de los Estados Unidos que roban. El jefe de Tesla cree que hay una "agenda muy de izquierdas en todas las civilizaciones occidentales".

La figura de Adolf Hitler también ha disfrutado de su cuota de protagonismo durante la emisión. Weidel ha afirmado que el dictador fue el primero en restringir la libertad de expresión, un derecho que Musk lleva al extremo. Pero la economista no ha dejado del todo claro si realmente quería decir que el gobierno actual de Alemania está emulando a Hitler. "Hitler era comunista. No era un conservador", ha dicho. Un episodio inesperado ha sido el momento en el que Weidel ha preguntado a Musk si el ser humano llegará a Marte, momento en el que el magnate ha empezado a hablar sobre "planetas alienígenas" sin que nadie lo parara. Weidel se ha dedicado a asentir.

Si el anterior debate en directo de Musk con el presidente electo Donald Trump fue una conversación desestructurada y sin ningún guion, este no se ha quedado atrás. Entre la multitud de proclamas ultraconservadoras, tanto Musk como Weidel han protagonizado episodios de carcajadas y han estado de acuerdo en todos los temas que ha tratado. "Sí, absolutamente", "sí, correcto", "perfecto". La líder de AfD ha agradecido al magnate que le haya ofrecido la posibilidad de hablar con alguien sobre sus opiniones sin hostilidad. "En Alemania sería vilipendiada y tergiversada por los medios de comunicación", ha opinado.

Weidel se ha erigido en los últimos dos años como una figura paradójica dentro de AfD y este coloquio con Musk ha sido exactamente lo que esperaba: una conversación donde dos personas exponen sus opiniones sin ningún tipo de objeción. Su trayectoria choca con el recorrido tradicionalmente concebido para un político. La economista ha criado a dos hijos con una mujer nacida en Sri Lanka, habla mandarín con fluidez y ha trabajado con prestigiosas firmas internacionales como Goldman Sachs y Allianz Global Investors. Su sofisticada manera de presentarse y el completo bagaje profesional ofrecen al partido una apariencia de respetabilidad que contrasta marcadamente con sus elementos más extremos.

Al mismo tiempo, Weidel ha llevado a AfD a ser una formación hostil con los inmigrantes, antisistema y prorrusa, que propone políticas como la disolución ordenada de la zona euro y la reincorporación del marco alemán, la antigua moneda nacional. También rechaza los rescates en los países del sur de Europa, cree en la desburocratización de la Unión Europea y quiere poner fin a la inmigración masiva. Además, AfD se posicionó hace unos meses en contra de "proyectos eléctricos" como la construcción de la fábrica de Tesla en Brandeburgo, en el nordeste de Alemania. Durante la conversación con Weidel, Musk ha omitido la postura de AfD y se ha centrado en criticar a las autoridades gubernamentales por ser "demasiado burocráticas". Afirmación que ha provocado la carcajada de la economista.

El capítulo que ha precedido al debate de este jueves fue la reivindicación de Musk de AfD como el único partido que "puede salvar Alemania", una proclama que ha repetido este jueves en la conversación con Weidel. Así lo hizo saber en un tuit a X, plataforma de la cual es el máximo accionista.

Al hombre más rico del mundo se le acusa de abusar de su red social a la hora de informarse. Los más críticos aseguran que la plataforma se parece cada vez más a una cámara de eco de extrema derecha. Musk, por ejemplo, ha publicado vídeos de Naomi Seibt, una influencer conocida por su proximidad a AfD y la negación del cambio climático. Los alemanes la han bautizado como la "anti-Greta", en referencia a la activista sueca Greta Thunberg.

Todavía es temprano para saber si los movimientos de Musk para elevar a la extrema derecha en Europa tendrán algún efecto. De momento, la mayoría de los sondeos sobre las elecciones sitúan AfD como segunda fuerza más votada, por detrás del bloque conservador que lidera la Unión Demócrata Cristiana (CDU). Sin embargo, las posibilidades de que la formación euroescéptica pueda gobernar son poco factibles, ya que el resto de partidos ya han impuesto cordones sanitarios contra la extrema derecha en los comicios regionales de Sajonia y Turingia.

Problemas legales

Por su parte, la Comisión Europea dijo al principio de esta semana que el coloquio entre Musk y Weidel podría dar problemas legales al magnate, según la legislación de la UE sobre la transmisión en directo. El ejecutivo comunitario valora si el debate puede ser un impulso electoral ilegítimo de AfD. Asimismo, la ley alemana contempla que el acontecimiento podría considerarse una donación ilegal en forma de "publicidad electoral por parte de terceros", tal como ha explicado LobbyControl, una entidad que vela por la transparencia y la democracia. Si finalmente es así, el partido de extrema derecha tendría que pagar una elevada multa.